Sergio Arce
Con una vista espectacular del mar que besa y se despide constantemente del Golfo de Papagayo, en el pacífico norte del país, se erige The Lookout, un restaurante que desde finales de febrero es el protagonista de uno de los episodios del nuevo espacio de Netflix llamado Restaurants on the Edge.
Esta es la vista que se aprecia desde el restaurante The Lookout en El Coco. Cortesía de Sandro Gutiérrez para El Observador.
Se trata de un programa que viaja por el mundo buscando negocios culinarios que enfrentan dificultades de diferente índole -algunos incluso al borde de la quiebra-, y que necesitan un cambio de imagen pero también un empujón en su menú. En síntesis: se trata de sacarle brillo al potencial de cada restaurante.
Pero además Restaurants on the Edge combina elementos culturales y turísticos de cada uno de los sitios donde han llegado a ayudar de la mano de la galardonada diseñadora de interiores, Karin Bohn; el renombrado chef y estrella de las redes sociales, Dennis Prescott, y el afamado restaurador y personalidad de televisión familiar, Nick Liberato.
Es así como las cámaras de este programa viajaron a Malta, Hong Kong, Austria y St. Lucia entre otros destinos. Y para sorpresa de muchos uno de los episodios está dedicado a un negocio costarricense. Ese mismo… The Lookout, ubicado en un alto de El Coco, en el cantón guanacasteco de Carrillo.
Y quien mejor para contarnos la historia que Sandro Gutiérrez, uno de los protagonistas de este episodio que estuvo cargado de lágrimas, risas, exquisitas recetas guanacastecas de la mano de una familia de la zona y hasta un rico asado en una conocida hacienda ubicada a los pies del volcán Rincón de la Vieja.
Esta experiencia ha sido increíble
Sandro Gutiérrez es oriundo de El Coco y su vida ha girado en torno a los restaurantes. En su labor como salonero conoció a su esposa, la italiana Elisa Peressin, quien en aquel entonces era su jefa en otro negocio.
Hace siete años se casaron y hace dos años y medio nació su primogénito, León, su razón para salir adelante cada día.
Elisa Peressin y Sandro Gutiérrez son los responsables del restaurante tico The Lookout en El Coco. Cortesía de Sandro Gutiérrez para El Observador.
¿Cómo surgió la participación de The Lookout en este programa de Netflix?
“Nosotros no contactamos a nadie; ellos se pusieron en contacto y pensamos en un inicio que era una broma, y al final hasta que no lo vimos no lo creímos. Por teléfono nos dijeron que hiciéramos un casting: nos pusieron a bailar, a contar cómo llegamos allí y después aparecieron dos buses llenos de personas hace como un año, para esta época.
“Veníamos trabajando siempre manteniendo la confidencialidad, porque era parte del acuerdo”.
¿Cuál es su historia con The Lookout?
“Yo les conté que comencé como salonero, luego pasé al bar y con el tiempo el chef se fue y yo agarré los cuchillos. Cuando ellos (el programa) llegaron yo tenía dos meses como chef y seis años trabajando en The Lookout. Yo había visto que estábamos perdiendo clientes y fue cuando empezamos a hacer ajustes”.
En un momento del episodio uno de los presentadores les hace observaciones puntuales sobre los comentarios negativos para el restaurante. ¿Cómo los tomaron?
“En nuestra observación no había malos reviews, pero le voy a confesar algo que no le he dicho a nadie: ellos sacaron comentarios negativos de hace dos años, que no fueron hechos bajo nuestra administración, pero yo estaba dispuesto a colaborar.
“Pero no por eso no le voy a negar que veníamos arrastrando con la mala fama de la administración anterior. Tuvimos mucho tiempo llevando palo y ahora es otra cosa, vamos bien. Tenemos un año de fiesta pero al final esto no es nuestro, es de los clientes.
¿Qué les dejó el paso de Restaurants on the Edge en sus vidas y en la de su negocio?
“Nos regalaron tres recetas: una hamburguesa media libra, un steak y un filete de dorado en soya. Y a partir de ahí comenzamos a incorporarlas en nuestro menú y ahora tenemos un producto ganador. Antes éramos amateurs tratando de hacerlo bien y ahora somos profesionales haciéndolo mejor. Todo lo que hizo la producción fue cortesía y estamos muy muy agradecidos.
“En lo personal esta ha sido una experiencia de crecimiento, porque nadie sabe lo que pasa detrás de un negocio como este, de las desveladas, de las lloradas y hasta de las heridas. Este programa da la oportunidad de ver más allá del plato”.
Una de las estrellas del restaurante The Lookout es este plato: nachos de atún. Cortesía de Sandro Gutiérrez para El Observador.
En el programa se ve que, sin importar las dificultades, usted y su esposa son una mancuerna, están muy unidos…
“Mi esposa ha sido un gran soporte, una roca para mí. Ella se encargada de la parte administrativa y yo de la parte operativa.
¿Y desde la intervención del restaurante hace un año hasta ahora cómo ha sido la respuesta del público?
“Ha sido increíble… como le digo hicimos mejoras y tenemos un producto ganador. Hasta ofrecemos una hamburguesa de pulpo que otros negocios y franquicias me han pedido replicar. Y yo pienso que es lindo ayudarnos entre todos.
El restaurante The Lookout tiene una muy buena reputación en los diferentes reviews. Cortesía de Sandro Gutiérrez para El Observador.
“Antes éramos tres o cuatro personas y ahora somos siete personas atendiendo el lugar, donde tenemos vistas espectaculares, atardeceres únicos y una comida sabrosa en un ambiente bonito, agradable. Y hay música en vivo”.
