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Estamos en pleno mes de octubre y, como no podía ser de otro modo, las calabazas, las telas de araña y los murciélagos empiezan a ocupar nuestros espacios físicos ¡y mentales!
Así es, Halloween se convierte en el protagonista de las programaciones televisivas y todos nos ponemos como locos a buscar historias de miedo, terror, horror y lo que sea, con el fin de pasar momentos de pesadilla frente a la pantalla.
Y, en el caso que nos ocupa, nos vamos a la sala de cine a disfrutar de una de las sorpresas del año: Smile.
Y decimos sorpresa porque nadie esperaba que fuera a tener tanto éxito en taquilla como el que ha tenido. ¿Las claves de que esto sea así? ¿Los motivos por los que deberíais ir a verla? ¡Aquí van!
Las claves del éxito
La película nos cuenta la historia de la doctora Rose Cotter, una psiquiatra que, tras presenciar el suicidio de una estudiante, comienza a tener experiencias difíciles de explicar y que comienzan a perturbar su día a día y sus relaciones personales.
Tanto es así que, a su alrededor, las visiones empiezan a ser cada vez más presentes y los vínculos con distintos suicidios la abocan a un estado de locura del que tratará de escapar.
Sabemos que el argumento de Smile no es el más original del mundo. De hecho, nada en esta película se puede tildar de verdaderamente original, por lo que no esperen una película innovadora que pueda dar una vuelta de tuerca al género.
Este no es el caso, pero no importa. La película es honesta, y lo es desde el principio. Su objetivo no es revelarse como una obra de referencia.
Es transmitir al espectador las sensaciones que siempre han conseguido este tipo de películas: provocar sustos, incomodidad y, si acaso, permanencia en los sentimientos incómodos.
Una de las claves de que esto sea así es la atmósfera que Parker Finn consigue plasmar en toda la obra. Es un tono tan incómodo que logra condicionarnos hasta el punto de que los momentos de mayor tensión no fallan, son plenamente eficaces, y esto es uno de los aspectos en los que otras películas flojean.
¿Terror por un sonrisa?
Para muchos, las referencias están claras, sobre todo por películas recientes como It Follows o Babadook.
Pero el matiz que a nosotros nos gusta es el que da título a la película: Smile, Sonríe. Este gesto, a pesar o tal vez por ser el más opuesto al miedo y al terror, también puede ser el que más miedo y terror puede provocar en el espectador.
La sonrisa de Caitlin Stasey es, precisamente, una muestra irrefutable de lo que comentamos. Solo hay que ver a la muchacha en alguna de las acciones de marketing que se realizaron hace unas semanas y que hielan la sangre con un simple gesto y una mirada.
Pero, hablando del reparto, no podemos dejar de mencionar a Sosie Bacon, hija de los maravillosos Kevin Bacon y Kyra Sedgwick.
Ella es una perfecta elección para el papel de la doctora Rose, y hace que nos sintamos más metidos en la historia, tal vez por su condición de mujer joven que puede verse más amenazada en situaciones imprevistas.
En cuanto al resto de aspectos que pueden llamar la atención, por decir algo en contrapeso, habrá gente, los más duchos en el género, que la puedan tildar de previsible.
Por nuestra parte, aunque pueda caber esta crítica, nos queda la sensación de que la premisa y, más aún, el desarrollo de la película podía haber dado paso a mucho más.
Es decir, de algún modo se le podría haber sacado más jugo a la historia y a los personajes, porque las bases y los demás elementos fílmicos esenciales estaban ya conseguidos.
Pero que esto no signifique que no se pueda disfrutar de la película. Es una de las mejores del género de los últimos tiempos.
Es perfecta para este mes de terror, por lo que solo deseamos que la experiencia resulte tan agradable como nos resultó a nosotros.
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