Tomás Gómez
Un ingeniero y personas con conocimientos en informática. Otros con mucha experiencia en negocios, tanto tradicionales como en criptomonedas. También un grupo que manejaba la logística.
La descripción coincide con la de una empresa pero en esta ocasión corresponde a una banda que habría perpetrado al manos dos secuestros extorsivos en lo que va de este 2023 y que se sospechaba podría tener un tercero en la mira.
Este miércoles fueron detenidas 11 personas de este grupo delictivo en una acción de las autoridades judiciales en diferentes puntos del país.
De acuerdo con la información que ha trascendido, en enero, este grupo habría dado un golpe a un empresario de apellido Angulo relacionado con el negocio de gimnasios.
En ese momento se empezó a perfilar cómo operaban. La intercepción de la víctima, la movilización, la negociación del rescate y la liberación.
Cuando la semana pasada trascendió un nuevo secuestro, ahora de un hombre de apellido Gurdián, empresario residente en Escazú, las autoridades identificaron un modus operandi similar.
El director del OIJ, Randall Zuñiga y el Fiscal General Carlo Díaz ofrecieron este miércoles una rueda de prensa para referirse a la desarticulación de la banda de secuestradores. (Foto Tomás Gómez/ El Observador)
“No es tan fácil”
El director del OIJ, Randall Zúñiga, detalló que un secuestro es una operación que no es sencilla y que requiere cierta logística.
Esa mecanismo quedó palpable en este caso, donde se identificó una organización criminal con dos grupos.
El primero se encargaba de la “administración”. En él había un ingeniero residente en Desamparados junto a su esposa. También personal con conocimiento en comercio y criptomonedas, entre ellos un colombiano nacionalizado costarricense.
En este grupo se encargaba de la organización del ataque, negociaciones y otros manejos. Son personas sin antecedentes penales, según indicaron las autoridades judiciales.
Luego estaba un segundo nivel encargado de la logística, es decir, de ejecutar el rapto.
En este caso se trata de un grupo a quienes se les llama los “perpetradores”.
Estos ejecutaban la toma de la víctima, la captura y la estancia.
Se indican que son vecinos de vecinos de El Tejar, Proyecto Manuel de Jesús Jiménez, La Pitahaya y Lankaster en Cartago con antecedentes de asalto, agresión y posesión de armas, entre otros.
De vacaciones en Jacó
Un detalle llamativo es que el grupo cartaginés fue descubierto de vacaciones en Jacó. En total andaban 28 personas en unas cabinas (divididos entre 16 adultos y 12 menores), de los adultos, 4 son los objetivos.
El costo de estas vacaciones llamó la atención de las autoridades, quienes confirman que la reservación se hizo desde el primer grupo.
Otro factor es que al ala “económica” solo se le investigaba por el primer secuestro. El otro sector sí tenía antecedentes por temas como armas.
Finalmente, el OIJ detalló que entre ambos bloques había una relación “asimétrica”, donde los primeros se dejaban la mayor parte de la ganancia.
El operativo de este miércoles cerró con once personas retenidas.
Contra todas ellas se pedirán medidas cautelares de privación de libertad, según el Fiscal General, Carlo Díaz.
El jerarca dijo que podría valorarse tramitar el caso en la Jurisdicción de Crímen Organizado. Dado que está recién inaugurada, esta modalidad podría permitir un trámite más expedito.
