Tomás Gómez
En las últimas horas la historia de Julia se hizo famosa en Tiktok.
Se trata de una perra que fue robada en Monteverde y que luego fue rescatada en la capital. Esto con ayuda del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que logró reunirla nuevamente con su familia.
El video le llegó al corazón a más de una perosna, pero también generó una pregunta: ¿puede el OIJ ayudar en estos casos?
La respuesta es que sí y el caso no es tan extraño.
De hecho, en lo que va del año se han reportado 12 casos en las oficinas de San José. De ellos, siete lograron resolverse y las mascotas pudieron volver a su hogar original.
En la mayoría de ocasiones se trata de perros pero también se reporta la sustracción de dos gatos.
¿Cómo actúa el OIJ?
Primero una aclaración: el OIJ no hace discriminación y se atienden casos desde animales valorados en miles de dólares hasta zaguates que son parte de muchas familias.
Javier Quesada, de la Sección de Hurtos, detalló que es esa unidad la que comúnmente lleva las denuncias. No obstante, también puede verse en áreas como robos, cuando a las mascotas se las llevan como parte de robos más grandes en casas.
Quesada agregó que se recurre a todos los insumos posibles. Esto incluye revisar el escenario, entrevistar testigos, buscar cámaras de seguridad y los otros detalles.
Otro rol clave es la información que brindan los vecinos de las casas donde aparentemente habrían animales robados.
“Si alguna persona sabe que algún vecino o que algún conocido mantiene en su poder algún animal doméstico que no le pertenece y que también sabe que es propiedad de otra persona puede llamar a la línea del OIJ”, explicó.
Otra opción es que las personas indiquen dónde estaría su mascota, sobre todo cuando lo ven anunciado en redes sociales o tienen más indicios.
En estos trámites pueden destinarse hasta tres meses y en caso de no aparecer, los expedientes no quedan cerrados pues podrían aparecer nuevos elementos para retomar investigaciones particulares.
Para cuidar a las mascotas
La otra interrogante que surge es cómo se comprueba que la mascota efectivamente pertenece al denunciante.
“Dentro de la denuncia que se le hace a la persona denunciante se le trata de extraer la mayor cantidad de información”, explicó el agente.
Ahí también es clave los sistemas de identificación. Algunos animales tienen registros propios en grupos caninos y en otros, hay muestras de ADN guardada que se comparan a nivel veterinario.
Sin embargo, está también la opción tradicional de reconocer a los animales por manchas, cicatrices u incluso una deformación.
“Tuvimos una donde uno de los perros tenía en una de sus patas 6 deditos entonces eso fue un factor preponderante para poder localizarlo”, recordó Quesada.
