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Yo de pequeño también tuve un trauma… ¿y tú?

Manuel Guisande para El Observador Todos, de pequeños, más o menos, y lo mismo pasa en España que en Costa…

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Tiempo de Lectura: 3 minutos
Yo de pequeño también tuve un trauma… ¿y tú?
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Manuel Guisande

Manuel Guisande para El Observador

Todos, de pequeños, más o menos, y lo mismo pasa en España que en Costa Rica, hemos tenido algún “trauma”: una de esas cosas que ahora las ves sin importancia, incluso absurdas, pero que en su momento fueron un no vivir.

Cuan yo tendría, pues no sé, seis o siete años, tuve uno con el Ave María. Mira que hay cosas que te pueden traumatizar, pues voy yo y con el inocente Ave Maria.

En concreto con lo que llaman jaculatorias, que aunque se trata de una oración breve, siempre me sonó a que te lavabas los dientes o hacías gárgaras. No sé, pero algo relacionado con la higiene dental y el Colgate… fijo.

Sí, problema con el Ave María

Ejemplo I: “Venga, haz pronto las jaculatorias, deja el cepillo y al colegio, que se hace tarde”.

Ejemplo II “Pues no entiendo cómo puede tener ese diente picado, doctor, el carajillo este siempre hace las jaculatorias…”.

Vamos, que si la jaculatoria esa no está inspirada en la pasta dental… que me maten.

A lo que vamos: yo con el Ave María no levantaba cabeza, una ansiedad, un desasosiego… y todo por una condena frase en el rezo que decía: ”Bendita sea tu pureza, y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. ¡A ti Celestial Princesa, Virgen Sagrada María…

¿Es posible que alguien con esa frase pueda tener un problema psicomental?, ¿alguien puede tener un problema con esa oración, salvo que te falte un empuje mental, hervor que decimos en España?

Pues, yo; sí, yo. De los 2.000 alumnos que éramos en el cole… a mí, justo a mí me va a tocar tenerlo. ¿Y por qué?, ¿qué tenía de problemática esa frase?

¿Es que acaso ocultaba y oculta un mensaje demoníaco, satánico, que solo yo había descubierto y que no se lo podía revelar ni al Papa porque el tío vivía en Roma y con siete años no podía ir en autobús al Vaticano?.

La explicación…

Pues no. Todo fue debido a una mala interpretación, a un equívoco que le llaman; ¡pero caramba con el equívoco!

Dos años errando mentalmente por el mundo como el pueblo de Israel, y todo porque en la parte que decía: “¡A ti Celestial Princesa”.

Yo entendía: “atiza, lestial princesa Y claro, yo me preguntaba cómo era posible que la Virgen atizara, pegara, que fuera tan mala…

Y como de avemarías íbamos servidos todas las semanas… pues unas 425.000 o por ahí caían al año, yo con el “atiza” me imaginaba a la Virgen dando unas bofetadas o latigazos que no veas.

Mientras que por otra parte no paraba de escuchar que era la madre de Dios, que era todo bondad, misericordia, que perdonaba al que se acercara a ella… Y estaba yo como para lo de acercarme con el “atiza”…. me la imaginaba con una mala leche, con un carácter…

Pues dos añitos como dos soles me los pasé así, destrozadito con la frasecilla. Porque era ir a misa y sudaba; aunque eso sí, con este toque de desquicie que tuve y que aún tengo (que para mí todo viene de ahí) ya he ganado el cielo… eso no hay quien me lo quite… o sí.

Manuel Guisande