Negocios

Zonas francas cobijan al 0,5% de las empresas del país pero producen más de la mitad de las exportaciones

La producción en los regímenes especiales, donde se ubican las zonas francas, evitó que la contracción en la economía costarricense…

Por Marco Marín

Tiempo de Lectura: 6 minutos
Zonas francas cobijan al 0,5% de las empresas del país pero producen más de la mitad de las exportaciones
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

La producción en los regímenes especiales, donde se ubican las zonas francas, evitó que la contracción en la economía costarricense fuera mayor durante el 2020.

Al cierre del año pasado las empresas de estos regímenes lograron un crecimiento interanual del 13,8%, al tiempo que evidenciaron una recuperación sostenida desde mayo, de acuerdo con los datos a diciembre del Índice mensual de actividad económica (IMAE).

En contraparte, las empresas del régimen definitivo registraron una recuperación más lenta y cerraron el año con una caída del 7%.

La combinación de ambos factores ayudó a que la contracción total de la economía fuera del 4,5% y no más profunda.

Visto de otra manera, las compañías en zonas francas han servido como un propulsor de la economía costarricense, mientras el resto de empresas apenas se recupera de los embates de la pandemia de covid-19.

OBSERVE MÁS: Exportaciones de equipo de precisión y médico crecieron un 42% interanual en enero  

Pero, ¿qué tan grandes son estas firmas dentro del entramado empresarial del país para lograr un impacto de tal magnitud en la economía?

La respuesta a esta pregunta no es trivial. De acuerdo con un análisis realizado por la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), las empresas en zonas francas representan apenas el 0,5% de las registradas ante la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) como patronos.

Sin embargo, en el 2019 las 394 empresas ubicadas en zonas francas generaron el 53% de las exportaciones y el 8,4% del Producto interno bruto (PIB).

Esos porcentajes se tradujeron en ventas al exterior por $6.100 millones. Y la cifra aumenta a $11.185 millones si se consideran los poco más de $5.000 millones en ventas de servicios por parte de las empresas de tercerización (call centers, entre otros).

Las zonas francas fueron importantes en la generación de empleo. (Archivo/El Observador)

Una relación de “ganar-ganar”

Si bien en el 2019 el régimen de zonas francas recibió, aproximadamente, $620 millones (un 1% del PIB) en incentivos fiscales, estas compañías contribuyeron con $5.219 millones.

Pedro Beirute, gerente de Procomer, explicó que esto representaría una diferencia neta superior al 7% del PIB, para ese año.

Pese a ello, algunos sectores han manifestado en los últimos meses la consigna de imponer tributos a la producción de este régimen. Y algunos diputados han manifestado su anuencia.

El resultado podría ser contraproducente, como explicó Jorge Sequeira, director general de la Coalición Costarricense de Iniciativas para el Desarrollo (Cinde), a este medio.

Por un lado, recordó que el país tiene contratos firmados a largo plazo con estas empresas (de 8 a 12 años), por lo que la recaudación sería, prácticamente, nula durante los primeros años. 

Por otro, podría incentivar un éxodo de compañías en el mediano y largo plazo, además de convertirse en una desventaja para la atracción de Inversión extranjera directa (IED).

Mientras tanto, la posición del Gobierno se mantiene en impedir la creación de impuestos a las zonas francas, según manifestó el ministro de Comercio Exterior, Andrés Valenciano, a este medio.

La duda se cierne sobre última propuesta oficial del proyecto de Renta Global Dual, que genera inquietud en el sector empresarial porque establece un tributo del 5% a las remuneraciones que son enviadas al exterior. Esto, podría afectar la operación de empresas de zonas francas.

Motor de la economía

La importancia del Régimen Especial quedó demostrada al posicionarse como el motor de la economía durante el 2020 y a pesar de la crisis por la pandemia. 

Dicho resultado se debió a la mayor producción manufacturera (con crecimientos superiores a los dos dígitos en los últimos tres meses del 2020) y del aumento en la producción de los servicios empresariales.

En específico, el incremento en la manufactura se debió a la mayor producción de implementos médicos, mientras que en los servicios empresariales destacaron los servicios de apoyo a las empresas y las actividades de investigación científica y desarrollo. 

Además, según la última actualización de las cuentas nacionales, por parte del Banco Central, el aporte de las zonas francas al valor agregado de la producción representa un 9,5%.

OBSERVE MÁS: Zonas francas y su vinculación con el exterior son el motor de la recuperación tras pandemia

También propiciaron la creación de 20.000 empleos formales nuevos, según datos aportados por Cinde.

“El potencial de estas empresas es fundamental para la reactivación económica nacional”, destacó la presidenta de Cadexco, Laura Bonila. La jerarca destacó que, en el último lustro, estas compañías “representan el 87% de todo el empleo generado en el país”.

Al 2019, los regímenes especiales fueron responsables de generar 125.000 empleos formales, lo cual representó cerca del 5% del total de la fuerza laboral del país para ese momento, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Cargas sociales

El aporte de las empresas de zona franca a las cargas sociales es uno de los puntos que destaca en el estudio “Impacto del régimen de zona franca en Costa Rica 2015-2019”.

“El crecimiento anual promedio del empleo es 10,5% versus el 0,6% en el sector privado, en los últimos 5 años. Por supuesto, estas empresas deben pagar, exactamente, las mismas cargas sociales que todas las empresas formales en Costa Rica”, explicó Sequeira, de Cinde.

Durante el 2019 las empresas aportaron el equivalente a $585 millones a la CCSS. Esto representa el 13% de ingresos por contribuciones y el 8% del presupuesto total de la entidad. Además, su contribución anual al presupuesto del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), fue de $36 millones (un 15%), agregó Beirute, de Procomer.

Otro dato importante es la inclusión, ya que el 44% de la fuerza laboral de las zonas francas corresponde a población femenina, lo cual representa seis puntos porcentuales por encima del promedio nacional.

El estudio halló que los salarios en las empresas de zonas francas son 1,2 veces más altos que los del sector privado, generando mayor poder adquisitivo a sus empleados.

OBSERVE MÁS: Manufactura y algunos servicios cerraron 2020 en positivo, crecimiento fue en zonas francas

Las exportaciones de dispositivos médicos y equipos de producción registraron un fuerte crecimiento en 2020. (Archivo/El Observador)

¿Incentivos o exoneraciones?

El gerente de Procomer aclaró que, si bien, “algunos” de los beneficios que reciben las zonas francas son exoneraciones, estas solo son un complemento a los incentivos que se les ofrecen.

“Definitivamente, el régimen de zonas francas debe ser considerado como un incentivo que contribuye al desarrollo económico de Costa Rica y con ese objetivo fue creado el mismo. Siempre y cuando cumplan los demás requisitos y las obligaciones establecidos en dicha ley (N° 7210)”, agregó Beirute.

Mientras tanto, el director de Cinde agregó que dichos incentivos no implican una “erogación de dinero” para las arcas estatales. 

OBSERVE MÁS: Implementos médicos y operación de Intel serán motores de la economía costarricense en 2021 y 2022

“Podríamos decir que el país pierde dinero por tales incentivos. Por el contrario, de acuerdo con el estudio de impacto de las zonas francas, se estima que por cada $1 de exoneración que el Estado costarricense les otorga a estas empresas, el país recibe a cambio $1,42 para un rendimiento de $2,42”, señaló.

Tributos contraproducentes

Ambos jerarcas manifestaron que establecer tributos a las zonas francas sería contraproducente. Por un lado, están los casos recientes de Guatemala y Puerto Rico, según apuntó Sequeira.

“Puerto Rico, en el 2006, eliminó exoneraciones y perdió el 40% del empleo en manufactura. En el 2016, Guatemala cambió el régimen de exoneraciones, lo cual generó la salida de 125 empresas.

“A falta de condiciones de competitividad adecuadas con respecto a nuestros principales competidores, el régimen permite equiparar las condiciones con otros mercados, compensa las fallas del mercado local y la amplia oferta de incentivos que dan otros países competidores. Esto no es exclusivo de Costa Rica”, razonó.

Mientras tanto, Beirute añadió que esto le quitaría un atractivo al país, en momentos en que, a raíz de la pandemia, Costa Rica continúa sumando adeptos en la región.

OBSERVE MÁS: ¿Qué factores influyeron en el crecimiento de la economía costarricense al cierre del 2020

Lo anterior, debido a que una de las consecuencias de la crisis que propició el covid-19 fue “la reconfiguración de las cadenas globales de valor”.

Entre ellas el “nearshoring”. Este es el fenómeno comercial en el que los compradores priorizan a sus proveedores en base a cercanía, explicó.

Esta posición fue respaldada por el ministro de Comercio Exterior, Andrés Valenciano, quien afirmó que el Gobierno no apoya el gravamen del Régimen Especial.

“Existen amplios estudios que demuestran los beneficios en generación de empleo, encadenamientos, impacto al resto del sector productivo. Sabemos que la seguridad jurídica y la estabilidad de estas, en el país, dependen de reglas claras en el juego”, afirmó a El Observador.

OBSERVE MÁS: En dos meses, Gobierno hizo siete cambios a proyecto de Renta Global acordado en Mesas de Diálogo

Sin embargo, el sector empresarial ha solicitado al Poder Ejecutivo su eliminación del último texto del proyecto de Renta Global Dual que presentó, ante la Asamblea Legislativa, el pasado 8 de febrero.

Así lo confirmó, este jueves, el presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), Alvaro Jenkins.

Colaboró el periodista Juan Pablo Arias