Rodrigo Díaz
Las recientes alzas en los precios de los combustibles, que llegaron a récords en el pasado mes de marzo, están generando un aumento acelerado de la inflación.
Este jueves, el índice de precios al consumidor (IPC), que mide la inflación, se elevó un 0,88% en marzo para alcanzar un 5,79% respecto a los doce meses previos, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec).
Solo el efecto por el aumento de la gasolina representa aproximadamente el 30% de todos los aumentos que se presentaron durante el mes. Lo sigue el transporte en autobús, los automóviles nuevos, paquetes turísticos al extranjero y el diésel.
Este último hidrocarburo tuvo un incremento de ¢121 según el último ajuste aprobado por la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep).
Otro combustible que también impactó el IPC fue el gas licuado.
Además, productos como el café, limón ácido y servicios de telecomunicaciones tuvieron un aumento.
En contraparte, la telefonía móvil, productos agrícolas como papa, cebolla y plátano, además de alimentos como el atún en conserva, el bistec de res y la carne molida, entre otros, bajaron.
No obstante, el peso relativo de estas bajas de precios no compensó los aumentos registrados.
Segunda variación más alta en 10 años
La variación interanual de 5,79% es la segunda más alta de los últimos 10 años. Hay que remontarse al año 2012 para encontrar un nivel más alto: 6,21.
Por su parte, la inflación acumulada a marzo ya llegó a 2,36%, un aumento muy fuerte en comparación a los tres meses del año anterior, cuando alcanzó 0,47%.
Además, el indicador interanual está casi tres puntos porcentuales por encima de la meta de inflación establecida por el Banco Central.
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Rodrigo Díaz
