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Marianela Arias, sexóloga de Durex
“Reavivar la llama” como le dice alguna gente, a volver a conectar con su pareja desde el romance y/o la pasión.
Esto es algo relativamente simple… siempre y cuando exista disposición de ambas partes, comunicación, creatividad, apertura e interés.
Por tanto, este 14 de febrero sin ninguna cualidad mágica ni infalible, puede convertir algo banal en algo altamente significativo. Esto si lo utiliza como excusa para poner a trabajar la acción y la intención.
El lenguaje del amor
Conocer el lenguaje de amor de su pareja es el mejor aliado.
Pregúntese: ¿es mi pareja una persona que aprecia las palabras o los regalos? ¿La intimidad o el tiempo de calidad o quizás el que seamos serviciales?
En fin, debe pensar en qué cosas son importantes para esta persona, cómo se siente amada, cómo le gusta disfrutar de la relación…
Utilizar la respuesta a esta pregunta le ayudará como una pista a facilitar un espacio significativo de amor, que se traduzca en momentos de conexión juntos.
Por ejemplo, los regalos no tendrían que ser algo costoso. Un detalle pequeño o una cena pueden decir mucho.
Al mismo tiempo y si su pareja entiende de amor por medio de las palabras, una carta o un espacio de comunicación escrita o verbal para recordarle lo que significa, puede hacer una gran diferencia.
Algo sensual
Y si desea hacerlo desde lo sensual, un “mapa del tesoro” por la casa para llegar a un cuerpo desnudo y dispuesto a disfrutar en pareja.
También un poema erótico o un masaje que incluya todo el cuerpo -especialmente zonas erógenas- en medio de velas y música… pueden ser opciones muy simples, pero placenteras.
En fin, la creatividad y la sencillez pueden ir de la mano cuando se tiene la intención de dar con amor.
Y no es un mandato, podemos perfectamente hacer caso omiso de este día y mañana o en un mes buscar el espacio de conexión. Pero ya que existe la excusa, podemos aprovechar.
El 14 de febrero no tiene que ser una obligación impuesta desde el afuera, sino una intención que nace desde adentro, como una oportunidad más.
Avivar la llama no implica nada intrincado, más que por medio de la afectividad, abrir espacios de innovación desde el romanticismo o la pasión (ojalá ambas).
Es conectar dando importancia a los deseos de la otra persona. Es decirle desde algo que resulte significativo que, aunque la rutina nos acompaña en el día a día, la gratitud de compartirla con nuestra pareja nos hace sentir afortunados.
Es hacer algo diferente con intención, es cambiar la rutina para hacer más consciente el momento junto, es hacer saber que nos importa; es recordar que nos amamos.
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