Redacción El Observador
BIO es el nombre de la nueva tarjeta que el BAC lanzó este jueves y que destaca por ser elaborada con material de origen natural.
Particularmente es una tarjeta manufacturada en un 82% con material derivado del maíz no comestible (conocido como PLA, ácido poliáctico).
PLA es un plástico sostenible que no contiene petróleo y no es tóxico.
Además, su confección requiere un 25% menos de energía y emite un 66% menos de gases de efecto invernadero en comparación con el plástico.
La primera del mundo
Pero lo más destacable es que BIO del BAC es la primera tarjeta en el mundo que puede molerse y colocarse en compostaje.
Este último es un proceso de transformación de la materia orgánica para obtener abono natural.
¿Y qué pasa con el 18% restante de los elementos que componen la tarjeta? Se trata del chip, la banda magnética y el diseño, que se destruyen para reciclaje.
Valga mencionar que en el caso del diseño se utilizan tintas a base de agua y no de solventes, por lo que no generan gases tóxicos, explicó la entidad.
La confección de la tarjeta BIO requiere un 25% menos de energía y emite un 66% menos de gases de efecto invernadero en comparación con el plástico.
En cuanto a las bolsas plásticas que actualmente se utilizan en la entrega de las tarjetas, Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas del BAC Costa Rica, indicó que se reemplazarán por un sobre de cartón 100% reciclado. Este, a su vez, se reutilizará luego de su vida útil.
Moreno expresó su ilusión por este tipo de proyectos, al tiempo que dijo sentirse orgullosa del trabajo realizado por un equipo multidisciplinario y regional del BAC para darle vida a BIO, que comenzó hace más de un año.
Y es que en marzo del 2022, el BAC se trazó la meta de convertirse en el primer banco Neto Positivo de la región.
Ser Neto Positivo no solo significa hacer el menor daño posible al ambiente y la sociedad, sino añadir mayor valor en su cadena de gestión. Es proporcionar soluciones que impacten positivamente.
De Costa Rica al resto de la región
Tanto Moreno como Federico Odio, gerente país de BAC, explicaron que miembros de la entidad se pusieron en contacto con la empresa Thales de Singapur, especializada en la fabricación de tarjetas ecoamigables.
Thales certificó la materia prima (PLA) para la elaboración de la tarjeta BIO del BAC.
Eso sí: esto se logró una vez que a lo interno del banco se trabajó en establecer el vínculo del PLA con su estrategia de neutralidad positiva y triple valor (ambiental, financiera y social).
Ya con la certificación en mano, el BAC -con su equipo multidisciplinario- se alió con dos laboratorios de alto nivel en Costa Rica: Lanotec y Ciprona.
Con el Laboratorio Nacional de Nanotecnología (Lanotec), adscrito al Centro Nacional de Alta Tecnología, se logró el paso a paso de cómo los materiales de la tarjeta se separan. Es decir, se hizo el análisis del perfil de la tarjeta.
En cuanto al Centro de Investigaciones en Productos Naturales de la Universidad de Costa Rica (Ciprona), el proceso logrado fue el de la compostabilidad especial que necesita el PLA para que se composte (se convierta en abono natural).
Una vez se obtuvieron los respectivos procesos, el equipo basado en Costa Rica -conformado por colaboradores de la región- compartió la información con cada país del Istmo donde opera BAC.
Para el caso específico de nuestro país, Odio no dudó en afirmar que productos como BIO tendrán excelente eco en virtud del ADN propio del tico orientado a la preservación ambiental.
“Dichosamente estamos en un país en el que hay una consciencia ambiental y un deseo de hacer las cosas bien ambientalmente. Elementos claves son educar y comunicar…
“Por qué hacemos esto y por qué dibujar que si no lo hacemos en qué lugar terminamos, y si lo hacemos cómo podemos tener un impacto en eso. Y este es un país en el que eso va a resonar”, indicó.
Apoyo a pymes
Por su parte, Moreno hizo hincapié en que BIO no solo tendrá un enorme impacto ambiental. También subrayó el beneficio social en varias áreas.
- Una pyme llamada Eco reciclaje HYG S..A. será la responsable del compostaje del PLA de las tarjetas. Esta firma se dedica a la transformación de residuos orgánicos en fuentes de aprovechamiento.
- Materiales como los viniles de las vallas y telas de luz que utiliza el BAC, ahora se le entregarán a la empresa social Huella Colectiva, que permite a un grupo de mujeres manufacturar artículos como bolsos. Parte de las ganancias se utilizan para empoderar a más mujeres (muchas de ellas jefas de higar) para que tengan una fuente de ingresos así como a otras labores sociales.
“Es ahí, con estos proyectos, donde se nos llena el corazón y terminamos de decir no queremos acciones aisladas; queremos acciones integrales que impacten de triple valor”, apuntó Moreno.
Agregó: “BIO pone un granito de arena para hacer un mundo mejor y, definitivamente, me siento sumamente orgullosa de ser parte de estas cosas que marcan la siguiente etapa de lo que debe ser una empresa.
“De cómo aportar y cómo tener ese equilibrio, porque a veces nos vamos por la parte económica, pero dejamos de lado que si nos unimos y trabajamos en equipo, podemos hacer cosas diferentes”, finalizó.
Federico Odio, gerente país de BAC; Jaime Compte, director regional de Medios de Pago y Banca de Personas de BAC Credomatic; Gisela Sánchez, directora regional de Estrategia & Relaciones Corporativas de BAC, y Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC Costa Rica, muestran la nueva tarjeta BIO.
Sin costo para el usuario
La tarjeta ya está disponible desde este 16 de marzo en las diferentes sucursales del BAC cuando las actuales de plástico venzan su vida útil. Y no tiene costo adicional para el usuario.
El cambio aplicará inicialmente a las tarjetas el plan Cashback Mastercard, en vista de que es el portafolio más grande de la entidad, con unas 380.000 tarjetas en circulación.
Adicionalmente, el BAC contará con un programa para que sus clientes entreguen de forma segura sus plásticos ya vencidos.
