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Black Adam es el último estreno que nos llega de la mano del DCEU y, tras unos tiempos no tan exitosos, parece que retorna a la buena senda.
Es una película que parece tener todo lo necesario para triunfar y, sin llegar a ser una obra que marque un auténtico antes y después en el género, la gente la está acogiendo con gusto y diversión.
Existe alguna peculiaridad en Black Adam, comenzando por la naturaleza de su protagonista, que no es ni mucho menos un héroe bondadoso, sino un antihéroe.
Pero esto, siendo sinceros, nos provoca un punto mayor de atractivo, ya que nos aleja de las historias típicas de superhéroes.
El protagonista y la trama
Aquí se nos cuenta la historia de Black Adam, un hombre poderoso que es despertado tras cinco milenios de letargo. Este mantiene una enorme sed de venganza tras haber vivido en un régimen tiránico en la antigüedad.
El protagonista está encarnado por The Rock, Dwayne Johnson, y esta es una de las piezas angulares de la producción.
Sin duda, estamos ante una de las mayores estrellas de los tiempos actuales en Hollywood y en el cine mundial, que con su mero rostro y torso es capaz de atraer a cientos de miles de espectadores a las salas.
No es algo de extrañar, ya que su carisma es descomunal y se puede decir que prácticamente todos sus trabajos han supuesto éxitos de taquilla.
De hecho, es el foco principal de atención en gran parte del metraje, algo que nosotros también habríamos decidido, ya que su presencia le aporta personalidad y poder al filme. Es un actor perfecto para encarnar a alguien como Black Adam, que necesita de esa doble vertiente entre acción y humor.
El reparto, peso pesado
Como sucede en estas producciones, la apuesta en el reparto no es a un único caballo ganador.
También se acompaña siempre de un coro de actores y actrices con la categoría suficiente como para seguir dándole forma. Hablamos de gente del nivel de Viola Davis, Djimon Hounsou, Sarah Shahi y, por supuesto, Pierce Brosnan.
En términos generales, esto es de lo que mayor consistencia le da a la película, sin querer dejar por debajo la potente dirección de Jaume Collet-Serra.
Este director, acostumbrado a películas de acción con escenas complicadas y secuencias muy dinámicas, se desenvuelve a la perfección en un entorno.
Si cabe, más difícil, en el que hay que aunar muchos planos con CGI y unas coreografías estupendas para, todos a la vez, mantenernos en vilo en los sillones.
Y lo demás…
En lo demás, no podemos decir grandes cosas del guión, ya que ni siquiera es que tenga las pretensiones de suponerse una referencia para el género.
Es que asume su papel de velocidad de crucero ante una trama que, de manera solvente, se va resolviendo, pero ante la que, de nuevo, volvemos a quedarnos con la sensación de que podría haber sido mejor.
Pero, también entendemos esta floja apuesta por la historia, siempre y cuando el conjunto de la película cumpla con ese objetivo tan honesto como directo que es el de ser una película rentable.
Esto, sin duda, lo va a conseguir, por mucho que haya costado, ya que es una película tremendamente entretenida.
Aquí las dos horas de metraje se pasan volando y la tensión de tantas escenas de acción se ve atenuada por pequeñas dosis de humor. Aunque es verdad que algunas de ellas las habríamos omitido.
Ahora solo nos queda esperar hasta dónde nos lleva esta historia y cómo se sigue desarrollando el DCEU. Esto es algo que sigue siendo incógnita y que podrá marcar el devenir de un conjunto de películas muy deseadas por millones de fans.
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