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Cierre de fronteras e indecisión del Gobierno influyeron en alza en tipo de cambio

En la primera quincena de marzo, cuando se presentaron los primeros casos del coronavirus SARS-CoV-2 en Costa Rica, el tipo…

Por Juan Pablo Arias

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Cierre de fronteras e indecisión del Gobierno influyeron en alza en tipo de cambio
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En la primera quincena de marzo, cuando se presentaron los primeros casos del coronavirus SARS-CoV-2 en Costa Rica, el tipo de cambio del dólar rondaba los ¢569 en el mercado mayorista de divisas.

Hoy, nueve meses después, la divisa norteamericana se cotiza alrededor de los ¢608 en el Monex y los ¢613 en las ventanillas de los bancos.

Esta depreciación del colón (cercana al 7%) es explicada por varios factores; entre ellos, el cierre de las fronteras al turismo -para frenar la expansión de la pandemia- así como una caída tanto en las exportaciones como en la inversión.

Pero también ha pesado la incertidumbre sobre la salud financiera del Gobierno y la indecisión sobre la posible negociación de un crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Antes y después del covid-19

Las consecuencias de la pandemia sobre la economía siguen poniéndose en evidencia tras nueve meses de su llegada al país.

En el caso del mercado de divisas, la situación pasó de una abundancia de dólares a una escasez de la moneda.

De enero a abril hubo una leve apreciación del colón, que en aquella época era síntoma de un exceso de moneda extranjera.

Pero con la pandemia, la afectación sobre el turismo y la inversión extranjera directa superó por mucho la caída en la demanda de divisas, la cual bajó como consecuencia de una menor factura petrolera, así como menores importaciones de vehículos y línea blanca.

“Eso hizo que el exceso de dólares que había en la ventanilla de los bancos desapareciera y más bien, junto con la incertidumbre por la situación fiscal, haya una tendencia hacia una mayor demanda de dólares. Esto es importante porque es un cambio de la tendencia que se traía en el mercado”, explicó el economista Gerardo Corrales.

Con esta opinión coincidió el analista Daniel Suchar, quien también cree que la demanda por divisas se acentuó después de setiembre, cuando el Gobierno hizo un fallido anuncio de acudir al Fondo Monetario Internacional.

“Eso hace que la gente se empiece a cubrir en activos fuertes, como la divisa norteamericana”, explicó.

Estacionalidad también influye

Además de las razones citadas por Corrales y Suchar, el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, considera que hay una estacionalidad que también ha influido sobre la escasez de dividas.

“Hay comportamientos históricos en el transcurso del calendario. Sabemos que normalmente entre marzo y octubre hay una relativa sequía de divisas y luego hay una mayor afluencia, básicamente por las cosechas (café, azúcar y caña), la temporada alta de turismo, así como el pago de planillas y aguinaldos”, explicó en una entrevista reciente con El Observador.

En su opinión, este factor ya está en su etapa de “reversión” y se ha visto favorecido por las recientes aperturas de fronteras que han propiciado la llegada de extranjeros.

También opinó que el sector exportador ha mostrado un mejor desempeño, pero resaltó que el factor de incertidumbre sobre la situación fiscal dependerá de como se den las negociaciones con el FMI.

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