Gustavo Martinez
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) mantienen una vigilancia constante y no descartan la posibilidad de cierres repentinos en el Parque Nacional Volcán Poás ante un eventual aumento de la actividad volcánica.
Estas instituciones mantienen la supervisión del coloso desde diciembre, debido al incremento de las erupciones y la emisión de gases.
Así lo informó la CNE a través de un comunicado este martes.
Según las autoridades, esta actividad se ve influenciada por un menor volumen de agua en el lago ácido del volcán, lo que generó una baja en la presión sobre los gases.
Emanación de gases y actividad volcánica en el Poás aumentó desde diciembre de 2023 (Cortesía CNE).
Este fenómeno facilitó el aumento de las erupciones, con expulsiones de gases y lodo.
Ambas instancias ampliarán el monitoreo sobre el volcán en los próximos días, puesto que se prevé que la actividad eruptiva se mantenga.
Esa medidas se toma al evidenciar que los eventos eruptivos pequeños que ya se presentaban, fueron mayores y más constantes en las últimas semanas.
La última emanación de gases se registró la tarde del lunes 15 de enero.
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Medidas
La CNE confirma que el Parque Volcán Poás, de momento, seguirá operando con normalidad; sin embargo, el mismo puede sufrir cierres repentinos ante el aumento de la actividad eruptiva.
También podría implicar un cierre temporal, de ser necesario, debido a la concentración de estos fenómenos vulcanológicos.
Autoridades recomiendan a visitantes seguir la señalización y no ingresar a sitios prohibidos (Cortesía CNE).
Ante este escenario, las autoridades de la Comisión de Emergencias recomiendan a las personas visitantes seguir la rotulación instalada y acatar las órdenes de los guardaparques del lugar.
Así como evitar el ingreso a los sitios ilegales y restringidos, pues son las zonas de mayor afectación e impacto por los gases.
La CNE inició junto a la administración del Volcán Poás un proceso de actualización de planes de manejo de emergencias en el parque.
Además, implementó sesiones de trabajo con los guardaparques del sitio, con el fin de refrescar los procedimientos en caso de alguna eventualidad.
Actividad volcánica
Las mediciones permitieron a los expertos constatar que las señales sísmicas no variaron ni aumentaron y que no hay presencia de sismos internos de fractura o apertura de conductos que impliquen el ascenso de magma fresco.
Sumado a esto, explicaron que las expulsiones registradas no superan los 200 metros de altura, lo que refleja una actividad superficial del sistema hidrotermal del Volcán Poás.
Este macizo alajuelense registra un incremento de su actividad sísmica desde el 2017, por lo que los hechos de las últimas semanas no son aislados.
