Hermes Solano
Este jueves se reanudó el juicio contra el futbolista Marcel Hernández, acusado de cuatro delitos de violación y dos de relación sexual con menor de edad.
La defensa del jugador presentó como testigo a Paula Montero, psicóloga clínica y forense que analizó los mensajes por la plataforma WhatsApp que intercambiaron Hernández y la denunciante.
Según la especialista, las conversaciones que mantuvieron ambos no muestran molestia, incomodidad o reclamo.
“Se da una cultura de interacción caracterizada por piropos, halagos y comentarios afectuosos con corte libidinoso”, explicó Montero.
“Las dos personas mostraron interés por mantener este tipo de interacción”, añadió.
Al momento de los hechos denunciados, la muchacha era menor de edad, contaba con apenas 16 años, mientras que el jugador tenía 29 años.
2 y 3 de agosto 2018
La perita analizó las conversaciones que tuvieron ambos el 2 de agosto por la noche y también al día siguiente, señalado como el día en el que Hernández la habría violado, según la denuncia.
El 2 de agosto mantuvieron una conversación por mensajes desde alrededor de las 6 p.m. y hasta las 10:50 p.m.
“El chat refleja de manera puntual que esta persona tenía claro que no iba a ir a un desayuno”, dijo Montero, en referencia a que en la denuncia se dice que el jugador la invitó a desayunar y ahí la habría violado.
Ahí fue donde se pusieron de acuerdo para verse el día siguiente.
En medio de la conversación salió el tema de la edad de la denunciante, que el jugador tenía claro.
“Yo no quiero que estés en enredos, por eso mejor te decía que nadie sepa”, fue uno de los mensajes que le envió a Marcel.
“No te preocupes por la edad, de verdad es solo un número”, fue otro de ellos.
Luego se dio el encuentro en horas de la mañana del 3 de agosto, donde hubo mensajes antes de verse y también luego de hacerlo.
Parte de los mensajes destacaron la preocupación de la denunciante por quedar embarazada, pero según el análisis pericial, en ningún momento hay reclamos hacia Marcel.
Sin embargo, si reclamó el hecho de que el jugador no se estaba tomando en serio ese tema.
“Si, pero por qué no tomas esto tan en serio”, fue el mensaje que le puso la denunciante.
El jugador la saluda con expresiones de “mi amor”, “amor”, “mi princesita”, que fueron contestados de la misma forma por la joven.
La perita Paula Montero, psicóloga clínica y forense, analizó los mensajes de Whatssapp entre el jugador y la denunciante (Hermes Solano)
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Más mensajes y llamadas
En medio de la lectura y análisis de los mensajes por parte de la perita, el juez Rafael Bolaños regañó al futbolista por reírse.
“Don Marcel, deje de estarse riendo. Esta situación de aprobación o desaprobación no se permite en el debate”, dijo el juez.
La experta siguió analizando los mensajes los días posteriores al primer encuentro, donde detalló que existía anuencia de ambos en volver a verse.
Eso sí, la frecuencia de las conversaciones bajó considerablemente, aunque sí se detalló que se hacían llamadas.
El lenguaje utilizado entre ambos fue siempre cariñoso y libidinoso, según la testigo de la defensa.
También se detalla el encuentro del 9 de agosto, que también está dentro de la denuncia como el día en que se habría dado otra violación.
En los mensajes no se detalló, como dice la denuncia, que el jugador le dijo que fuera a la casa a recoger algo que había dejado.
“No se distinguen datos de una relación vertical en la que se está dando violencia o maltrato, lo que sí hay es una preocupación por riesgo de embarazo”, indicó la psicóloga.
