Hermes Solano
La Selección Mayor de Costa Rica sigue dando tumbos y palos de ciego con Luis Fernando Suárez en el banquillo. Perdió 0 a 1 con Guatemala en partido de fogueo de cara a la Copa Oro.
El cuadro nacional sigue demostrando poco y nada en el terreno de juego; no se ve crecimiento alguno y varios de los jugadores a los que se les dio oportunidad quedaron debiendo.
Costa Rica juega a nada, carece de ideas y no le gana a nadie. Esta es la segunda derrota del equipo en el 2023, luego de perder también con Panamá en marzo por la Liga de Naciones.
Antes sí venció a Martinica, 2 a 1, también por ese certamen del área.
La Sele sigue dejando dudas y haciendo papelones.
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Error y golpe
Muy temprano en el partido las cosas se pusieron cuesta arriba para el conjunto costarricense. En un contragolpe, con error incluido de la zona baja, cuando primero Aaron Suárez y luego Keysher Fuller, no lograron despejar el balón.
Eso permitió que el chapín Carlos Mejía recibiera la pelota en el área y sacara un disparo que venció a Kevin Chamarro y puso el 1 a 0.
La respuesta de Costa Rica fue floja. Sin ideas y ante un equipo guatemalteco que mostraba muchas ganas y peleaba todos los balones, el transcurso del primer tiempo fue para el olvido.
Luis Fernando Suárez puso un once con debutantes y caras nuevas en el cuadro patrio, junto a otros con experiencia y algunos con recorrido en el equipo, pero que habían dejado dudas.
La apuesta no dio réditos. Diego Campos casi no apareció -se fue de cambio en el inicio de la complementaria-; Christopher Núñez hizo poco y el equipo en general estuvo lejos del buen nivel.
Otros como Fuller, que tuvo un campeonato nacional irregular, tampoco aportó.
Prueba y cero
Tímidamente y gracias a la táctica fija, la tricolor se acercó al arco guatemalteco, con un remate al palo en un cabezazo de Kendall Waston y luego un disparo desviado en tiro libre de Suárez.
Se vinieron los cambios y al campo llegaron Celso Borges y Joel Campbell, así como Suhander Zúñiga y Warren Madrigal -antes ingresó Carlos Mora- con la intención de hacer algo diferente.
Sin embargo, el cambio fue mínimo, el equipo siguió jugando a nada, con muy poca claridad en la generación de juego y menos en ataque.
Una individualidad de Carlos Mora pudo dar el empate, pero su remate dentro del área se fue desviado.
Al final, una derrota dolorosa, pero merecida por lo que mostró en el terreno de juego.
