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Descubra los secretos del Teatro Nacional, la joya que cumple 125 años

Por más elegantes que sean las cenas en el Teatro Nacional, ahí está prohibido abrir botellas de champagne. Descorchar esas…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Descubra los secretos del Teatro Nacional, la joya que cumple 125 años
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Por más elegantes que sean las cenas en el Teatro Nacional, ahí está prohibido abrir botellas de champagne. Descorchar esas botellas darían un toque ideal a las celebraciones de alto nivel, pero también podrían causar un accidente con efectos irreparables.

También está prohibido repartir bebidas de colores oscuros e incluso repartir comidas muy calientes o humeantes porque el vapor también podría dañar la infraestructura.

Esos son solo algunos de los cuidados que se tienen en las actividades del Teatro Nacional, esa joya del centro de San José; que el próximo lunes cumple 125 años de engalanar a San José.

Al pasar por la Avenida Segunda o la Plaza de la Cultura, los transeúntes suelen desconocer o pasar por alto detalles y secretos que están resguardados en este edificio.

Para dar a conocer algunos de ellos, El Observador recorrió desde sus sótanos hasta su cúpula:

Un “lego” para rendir más siglos

La construcción del Teatro Nacional arrancó en 1890 y tardó siete años. La meta era inaugurarlo para los festejos de independencia en 1897 pero algunos atrasos de última hora postergaron el acontecimiento hasta el 19 de octubre de ese año.

El escenario se estrenó con la ópera Fausto y desde entonces se han mostrado sobre sus tablas música, teatro y un sinfin de eventos; que han demandado ir actualizando la infraestructura.

Así, a la piedra, el mármol y las maderas preciosas que levantaron el Teatro en el Siglo XIX se han ido sumando elementos modernos para evitar daños.

Uno de los más recientes fue la tramoya, una estructura que soporta todos los elementos necesarios para las funciones y que tuvo que ser levantada sin una sola punta de soldadura porque una chispa podría ser fatal para el edificio.

Estas son parte de las transformaciones que se han vivido.

Sello tico para que todos vivan el Teatro

Si bien es cierto el Teatro Nacional se muestra como un símbolo para la élite que lo construyó, más de un siglo después la institución hace esfuerzos para que más personas se sientan parte de él.

Así lo demuestran las carteleras culturales que ofrece y las visitas guiadas que tiene todos los días.

Ahí se narran datos que muestran que el teatro tiene algunos detalles más costarricenses de lo que uno podría imaginarse. A manera de ejemplo, la lámpara principal tuvo que ser fabricada por el Ministerio de Obras Públicas y Transportes. Sí, el MOPT. Esto porque la que se encargó a Europa originalmente resultó ser muy pequeña y hubo que elaborar una de proporciones más dignas.

Pero esa es solo una pequeña parte de los tesoros que todos los costarricenses tienen el corazón de la capital, que históricamente llegó a ser definida como un “gran teatro rodeado por una aldea”.