Sergio Arce
Para muchas personas los fuegos artificiales son una expresión de creatividad multicolor en el cielo, en especial en noches estrelladas como las de diciembre.
Pero, además, también la gente suele usar otro tipo de pirotécnica, como por ejemplo silbadores, voladores, volcanes, perseguidores y bombetas, en fechas como Navidad, Año Nuevo, fiestas patronales o La Gritería (la noche del 7 de este mes).
Sí, a la gente en buena parte le gusta pero las mascotas resienten estos sonidos, dado que su sentido de la audición es mucho más sensible que el de los humanos.
La organización española Animal Ethics apunta al daño físico que la pirotécnia puede causar en los animales:
“Los fuegos artificiales pueden emitir sonidos de hasta 190 decibelios (110 a 115 decibelios por encima del rango de 75 a 80 decibelios, donde comienza el daño para el oído humano).
“Por lo tanto, la pirotécnia genera un nivel de ruido más alto que el de los disparos (140 decibelios), y que el de algunos aviones de reacción (100 decibelios)”.
¿Qué les puede causar?
Estas son algunas consecuencias -en algunos casos irreversibles- en las mascotas, de acuerdo con esta organización:
- Pérdida de audición y tinnitus (fenómeno en el que perciben golpes o sonidos que no se corresponden con algún externo).
- Miedo, estrés y fobias (los perros son capaces de escuchar hasta los 60.000hz, mientras que los humanos no oyen nada a partir de 20.000hz. Por eso es que estas mascotas pueden sufrir ansiedad y agobio)
- Daños por partículas químicas, quemaduras significativas y daños en los ojos (cuando los animales están expuestos a la quema de pólvora)
- Salivación, taquicardia, vocalizaciones intensas, micción o defecación, actividad aumentada, estado de alerta y trastornos gastrointestinales.
- En el caso de los gatos ellos reaccionarán huyendo del sitio y buscando un refugio, lo mismo que el perro.
- Las aves pueden sufrir taquicardia.
¿Qué hacer entonces?
- Antes de que que estalle la pirotécnia o cuando ya se escuchen los primeros sonidos no deje solo a su animal. Juegue con él y corra de un lado a otro.
- Busque el cuarto más aislado y permanezca con su mascota. En el caso de los gatos entre más oscuro sea ese “escondite” mucho mejor.
- Dele un snack y algún juguete para que lo muerda y calma la ansiedad.
- Si no queda nadie en la casa no encierre ni amarre a su perro. Trate de dejarle música clásica… eso lo tranquilizará. Si se trata de un felino cierre ventanas y puertas para evitar que se escape.
- También existe la opción de comprar tranquilizantes en una veterinaria. Allí le podrán indicar las dosis adecuadas.
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Ejemplo en Moravia
El Concejo de Moravia decidió en mayo pasado prohibir la venta de pólvora sonora en el cantón.
La decisión también implica que la municipalidad de este cantón no pueda utilizar recursos para la compra de este tipo de artefactos.
La medida se adoptó con el fin de evitar algún tipo de afectación en personas, por ejemplo aquellas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Además, se pretende con esta acción promover el bienestar animal, ya que con la pólvora se pueden generar daños en animales domésticos y silvestres.
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