Hermes Solano
Este miércoles hubo dos sesiones de Plenario exclusivas para seguir la discusión del expediente 21.182, el proyecto de jornadas excepcionales, que está en el trámite de vía rápida, pero que avanza muy lento.
Solamente se votaron seis mociones de fondo en esas dos sesiones y 63 en una semana que tiene de discusión.
Con 855 mociones presentadas, es un hecho que la guillotina le caerá a prácticamente 700 de esas enmiendas si se mantiene el ritmo que se lleva hasta el momento.
Durante este miércoles, en la sesión de la mañana se “perdieron” prácticamente dos horas en una discusión sobre el uso de la palabra, esto debido a un reclamo del Frente Amplio.
Hubo un acuerdo de jefes de fracción para que el tiempo de la defensa de las mociones de revisión se repartiera por partes iguales, esto debido a una petición de Pilar Cisneros.
En un momento, la oficialista dijo que se reservaba el tiempo de hablar, lo que generó el reclamo de Sofía Guillén.
Con la ausencia de Rodrigo Arias -de viaje en República Dominicana- la presidencia la asumió Gloria Navas, dio una resolución que no convenció a los diputados, por lo que las discusiones continuaron hasta finalizar la sesión.
Para la tarde, en sesión extraordinaria, también se ocupó alrededor de 30 minutos en el tema y por ende, solo se votaron tres mociones de fondo, así como una moción de orden para consultar el proyecto, que se rechazó.
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(Cortesía Asamblea Legislativa)
Guillotina
A la discusión le restan cuatro sesiones antes de que caiga la guillotina y se tengan que votar las mociones sin poder defenderlas.
Según algunos diputados, será el martes cuando se cumpla con el período de discusión y solo se voten.
Todas las mociones que se presentaron de cara a la vía rápida no podrán discutirse, por lo que los proponentes tienen un trabajo de socialización para tratar de convencer a los diputados y buscar la aprobación.
Entre esas mociones están los dos textos sustitutivos; la 731 que es el de consenso entre Progreso Social Democrático, PUSC, Nueva República y Liberal Progresista.
La otra moción es la 824, presentada por Liberación Nacional.
El Gobierno tiene la esperanza de que a mitad de junio se vote el proyecto y se apruebe, aunque es casi un hecho de que irá a consulta a la Sala Constitucional, lo que lo sacará por espacio de un mes del Congreso.
“Totalmente de acuerdo, que vaya a la Sala, así va más blindado. Nosotros no creo que la firmemos, pero no dudo que las vaya a tener (las firmas)”, dijo Pilar Cisneros.
Para enviarlo a la Sala se necesitan 10 firmas, que serían las seis del Frente Amplio y el resto las aportarían diputados del PLN que están en contra de la iniciativa.
