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Dos fotos captadas en Costa Rica son finalistas en afamado certamen del Museo de Historia Natural de Londres

Como cada año, desde hace 58 calendarios, el Museo de Historia Natural del Londres organiza el prestigioso Wildlife Photographer of…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Dos fotos captadas en Costa Rica son finalistas en afamado certamen del Museo de Historia Natural de Londres
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Como cada año, desde hace 58 calendarios, el Museo de Historia Natural del Londres organiza el prestigioso Wildlife Photographer of the Year (Fotógrafo de Vida Silvestre del año).

Es un certamen que celebra y destaca la impresionante belleza natural del planeta, captada en el lente de expertos o aficionados a la fotografía.

Para la edición del 2022 hay 10 fotos finalistas, cuyos ganadores en diferentes categorías se anunciarán el 11 de octubre.

De estas imágenes dos fueron captadas en Costa Rica, según anunció el Museo y el medio británico The Guardian.

Valga mencionar que el 14 de octubre se inaugurará en el Museo de Historia Natural una exposición con las imágenes galardonadas.

Las fotos tomadas en suelo tico

Sobre las imágenes que se tomaron en Costa Rica esto dice el Museo de Historia Natural del Londres:

Fiesta en la piscina de las ranas arbóreas por Brandon Güell de Estados Unidos

“Brandon soportó los mosquitos y el agua hasta el pecho para documentar este raro frenesí de reproducción de ranas arbóreas que se deslizan.
“Estos espectaculares eventos de cría en masa solo se producen en unos pocos lugares remotos de América Central y del Sur, unas pocas veces al año. Esto los hace difíciles de predecir.
“Brandon llevaba varios días levantándose a las 4 de la mañana con la esperanza de encontrar una.
“Al amanecer, después de una lluvia torrencial, miles de ranas arborícolas hembras llegan a las charcas específicas para poner sus huevos en las hojas de las palmeras colgantes.
“Una vez depositados, los machos se desplazan para fecundar los huevos, que al principio son verdes, pero pronto revelan los embriones en desarrollo que hay en su interior”.

Foto tomada por Brandon Güell y publicada por el Museo de Historia Natural de Londres.

El dilema de la perezosa por Suzi Eszterhas de Estados Unidos

“El perezoso de garganta marrón ya había cruzado la carretera, pero para llegar al siguiente grupo de árboles tenía que volver al suelo y arrastrarse. Fue entonces cuando se encontró con el gran perro.
“Cuando este perezoso sintió el peligro, se congeló. Afortunadamente, este perro en concreto ‘había participado recientemente en un programa de adiestramiento de la Sloth Conservation Foundation (en Puerto Viejo)’, explica Suzi. Así que cuando los dueños lo llamaron, el perro obedeció.
“En la selva tropical, los perezosos solo bajan al suelo una vez cada cinco días para defecar. Pero con la creciente pérdida de hábitat y la fragmentación de la selva cercana, se ven cada vez más obligados a realizar viajes vulnerables. Esto por zonas urbanizadas para encontrar comida, hábitats adecuados y pareja”, publicó el Museo sobre la foto.

Foto tomada por Suzi Eszterhas y publicada por el Museo de Historia Natural de Londres.