Sergio Arce
El conocido Édgar Silva madrugó este viernes para hacer una actividad que le produce satisfacción: vender los aguacates de su finca de Santa María de Dota.
Ya lo hizo hace una semana en un lavacar en San Francisco de Dos Ríos. Este viernes repitió la experiencia pero en el parqueo del Ministerio de Agricultura (MAG), ubicado en Sabana sur.
Aprovechando la mañana soleada, el oriundo de Liberia vendió cinco cajas de aguacate en poco menos de una hora.
“Solo me quedan tres cajas y ya pedí cinco más”, expresó Silva con un dejo de satisfacción pero también con un poco de pena.
“La actividad es hasta el mediodía pero a como voy creo que todo se venderá antes de esa hora”, agregó. A su lado está su ahijado Cristian Ureña, quien le ayuda con la atención y venta.
El buen tiempo se convirtió en un aliado no solo para él, sino para otros productores y microempresarios de diferentes zonas de Costa Rica.
Todos ofrecen sus productos aquí gracias a una iniciativa del MAG, que espera en adelante replicar esta actividad regularmente con hombres y mujeres productores de flores, hortalizas, legumbres y verduras, entre otros.
También había una venta de pupusas que aglutinó a decenas de personas, que pacientemente hacían fila para degustar uno de estos populares platillos de la gastronomía salvadoreña.
“No es un precio justo, sino digno”
“Buenas, qué tal. ¿En qué le sirvo?”, le dijo a una señora que acudió poco después de las 7 a.m. con cara de saber lo que quería.
“Ay qué ricos se ven… ¿en cuánto los tiene?”, le dijo al comunicador, y él le respondió: “A ¢2.500 el kilo”.
A otra clienta le comentó: “Mi recomendación es que los deje afuera por unos cinco o seis días. Y cuando los vea ya pintones entonces se coma uno y los demás los guarde en el refrigerador”.
“Los productores pedimos un precio digno, no un precio justo, porque la justicia es muy relativa”, expresó el expresentador de televisión a El Observador.
Él insiste en la importancia de que los productores puedan tener espacios como el de este viernes en el parqueo del MAG. Esto para que sean ellos los que vendan directamente y puedan ofrecer mejores precios a los consumidores.
Édgar Silva asegura que aprovechará otros espacios para seguir vendiendo los aguacates que vienen de la zona de Los Santos.
Y aseguró entre risas que los frutos de su finca “tienen vitaminas, son ricas, mantequillosos y hasta afrodisiacos”.
