Tomás Gómez
Las 19 páginas del discurso inaugural de Rodrigo Chaves tuvieron fuertes mensajes a la clase política de la que el mismo forma parte, así como para diferentes sectores del país.
Además de señalar falencias de las administraciones anteriores, el nuevo mandatario insistió en varias ocasiones en el rol que deberían tener las fuerzas con alguna cuota de poder.
“Es el momento de dejar atrás las viejas prácticas que tanto nos cobra, y con
toda razón, el pueblo costarricense”, dijo.
“Aquí no hay distingos entre oficialismo y oposición: si una vez más la clase política falla, el país se podría desmoronar. Nos estamos viendo ante un espejo cuya imagen no nos gusta, porque nos presenta dos caras que no parecen conciliarse”, agregó.
Para esa labor, el nuevo gobernante pidió también la participación de la empresa privada, los empleados públicos y hasta los sindicatos.
¿Ingobernables o imposibles?
Otro punto donde puso énfasis el discurso presidencial fue en la supuesta ingobernabilidad del país.
Al respecto Chaves habló de la toma de decisiones y cómo el promete intervenir en esa área.
“¡No! No se trata de ingobernabilidad, sino de tomar las decisiones que son necesarias tomar, sin importar lo complejas y controversiales que puedan llegar a ser”, dijo.
Como parte de su mensaje, dejó abiertas interrogantes
“¿Seremos, compatriotas, capaces de hacer historia? ¿Seremos capaces de llevar realmente a Costa Rica hacia el futuro que merece?”, dijo.
“¿Seremos capaces de hacer que las personas que habitan en este gran país vuelvan a soñar, y no solo a soñar, sino a tener la oportunidad de construir en realidad ese sueño? Ese es el gran desafío que debemos vencer”, cerró.
