Natalia Calderón para El Observador
Sabía que el pañal NO se quita, el niño lo deja cuando esté listo, y esto no es cuestión de edad.
Es un proceso que lleva tiempo para que los sistemas maduren y se logre el control, primero necesitan adquirir la conciencia sobre su cuerpo.
Cada niño madura a su ritmo, generalmente se da entre los 18 meses y los 5 años (edades aproximadas).
Prepare el ambiente
Es importante preparar el ambiente con ropa cómoda, inodoro, lavado de mano con sillita o banco para que el niño pueda subir.
Una señal de que el niño podría estar listo es si quita la ropa solo, quiere sentarse en el inodoro por su voluntad y comienza a verbalizar (hablar) sobre el tema.
Podemos apoya modelando el proceso de ir al baño, poniéndole ropa cómoda (fácil de quitar), ponerles palabras a las acciones, dejar que exploren su cuerpo y sobre todo permitir la libertad de movimiento.
No premie o castigue
No se recomienda premiar, castigar o sentar al niño en el inodoro para forzar la acción. Ni usar calcomanías para premiar la conducta.
Es fundamental tomar en cuenta los tres momentos o procesos: primero avisa después de haber orinado o defecado, luego avisa cuando está sucediendo y finamente logrará avisar antes de hacerlo (última etapa).
Recuerden que un centro educativo que tenga como requisito para ingresar a X nivel haber dejado el pañal, es un lugar donde NO se respetan los procesos naturales de la infancia.
Es fundamental no apresurar procesos, toda etapa tiene su momento perfecto.