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Andrea Bonilla para El Observador
Estos vientos de época seca… ¿a quién no les da nostalgia? El cambio de temporada en los hoteles era, en años “normales”, algo muy marcado.
Se acaban las lluvias lo cual se traduce en no más ríos rebalsados, no más inundaciones y no más problemas a nivel de nuestras comunidades.
A la vez, entran los vientos suaves y cálidos y el Sol empieza a calentar. Y conforme calienta el Sol, se llenan las playas y se llenan los hoteles. Así por lo menos solía ser hasta la salida del invierno del 2019.
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Síndrome de la temporada baja
En Cayuga, el lograr hacer esta transición de época de lluvia a época seca le llamamos el salir del “síndrome de la temporada baja”.
Le llamamos síndrome porque realmente se presentan varias características al final de esta temporada que giran alrededor del lento moverse del tiempo y la falta de proactividad.
Por eso, el énfasis fuerte comienza en la responsabilidad. La responsabilidad por mis pensamientos, mis palabras y mis acciones. Cada uno de nosotros es responsable y tiene control sobre lo que piensa, lo que dice y lo que hace (aunque así no lo queramos ver).
Entonces, muy a propósito durante los meses de setiembre, octubre y noviembre empezamos con lo que parece la preparación de una maratón.
Nos enfocamos en dos áreas:
1. Entrenamientos con temas de adueñarse de mis decisiones, responsabilidades, definir metas y planificación.
2. Un análisis detallado de la infraestructura. Revisamos rincón por rincón y hacemos la lista del niño para todos los detalles de mantenimiento y jardín que haya que sacar. De esta manera, todos nos mantenemos ocupados y enfocados en lo que cada uno puede hacer para combatir desde antes que comience, el síndrome de la temporada baja.
La mejor medicina
Como la mejor medicina para este síndrome es definitivamente el hacerse responsable, entonces también combinamos la época con rendición de cuentas. También preparar planes de negocio y poder revisar a detalle en qué se va a enfocar cada operación y cada corporativo para el siguiente año. Esto lo hacemos de la mano con revisar la estrategia para Cayuga y de ahí todos formulamos el plan a seguir.
Así que muchos piensan en las festividades que se aproximan cuando entran los vientos de diciembre.
Nosotros, en cambio, nos preparamos para recibir a todos aquellos que buscan una experiencia única y una experiencia que agregue valor tanto a ellos como a las comunidades aledañas.
Preparamos los hoteles con la misma ilusión que muchos se preparan para una fiesta y nos preparamos nosotros para esa maratón que es arranca con el Sol y que termina muchas veces cuando comienzan nuevamente las lluvias para siempre un #FuerteHoyExtraordinarioMañana
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