Hermes Solano
Eli Feinzaig será uno de los tres diputados que repetirá como jefe de fracción para el segundo período legislativo que inicia este 1 de mayo.
El líder del Liberal Progresista es enfático en que este nuevo período es esencial para su bancada.
Con seis diputados y en su primera experiencia en la Asamblea Legislativa, los liberales son claros en que se aprobaron pocos proyectos de su autoría y por eso consideran que en este nuevo período el objetivo es que haya más aprobaciones.
“Hemos logrado que se aprueben pocos proyectos nuestros (en el primer año) y es porque requieren un análisis profundo”, dijo el legislador a El Observador.
“Este segundo año para nosotros es clave, es cuando se tienen que aprobar una cantidad importante de esos proyectos”, añadió, con la expectativa de que en este nuevo período se vean y voten las iniciativas liberales.
Hay varias iniciativas presentadas y de todas dice que no puede escoger una para que esté aprobada o darle prioridad.
Algunos de los proyectos son de reforma del Estado, como el del cierre del CNP, la creación del del Ministerio de la Producción y el del ministerio de Desarrollo Económico y Competitividad, que fusiona ministerios e instituciones existentes en uno solo.
“Tenemos un sinfín de proyectos importantes que queremos ver avanzar”, señaló el diputado.
Para grandes cosas
Según Feinzaig, la Asamblea Legislativa está para grandes cosas en este segundo año y por eso tiene un pedido fundamental para el presidente legislativo.
“En este segundo año debe haber más discusión de proyectos importantes. En el primer año se rehuyó la discusión de los grandes temas en aras de buscar consensos”, mencionó el diputado.
“Creo que la Asamblea está para grandes cosas y tenemos que acometer esos temas, como seguridad ciudadana, reactivación de la economía requieren discusión, aunque no haya consenso”, aseguró.
El Liberal Progresista no dio su apoyo a Rodrigo Arias para su reelección y tampoco a ninguno de los candidatos que lograron ocupar los otros puestos.
Más allá de eso, dice tener una buena relación con el liberacionista, que se basa en la franqueza para hablar las cosas de frente.
“Tengo una muy buena relación con él, hay confianza y hay franqueza. Tenemos la capacidad de decirnos lo que pensamos, aunque a la otra persona no le guste”.
“Es una relación de confianza. Ni él, ni yo somos personas confrontativas, entonces tenemos buena relación. Cuando hay que hablar, hablamos”, finalizó.
