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Este sábado se realiza concierto en beneficio de los migrantes venezolanos de paso por Costa Rica

Este sábado se realizará un concierto con la Orquesta de Cámara Costa Rica que tiene como objetivo ayudar a los…

Por Mariana Mena

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Este sábado se realiza concierto en beneficio de los migrantes venezolanos de paso por Costa Rica
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Este sábado se realizará un concierto con la Orquesta de Cámara Costa Rica que tiene como objetivo ayudar a los migrantes venezolanos de paso por el territorio nacional.

El evento lo impulsa la Fundación Lloverá, que mantiene dos albergues en San José donde los migrantes que están de paso por el país pueden pernoctar, bañarse, alimentarse e incluso reciben pasajes para pagar el transporte hasta Los Chiles.

“Este es un concierto que llevará esperanza a nuestros hermanos migrantes, el dinero que se recaude se utilizará en ayuda para albergues”, indicó Esteban Blanco, de la fundación Lloverá.

La cita es a las 7pm en el Teatro Eugene O’neill, del Centro Cultural Costarricense Norteamericano y el costo de la entrada es de 15 mil.

Dicho concierto contará con la participación de nueve artistas nacionales, ellos son:

  • Carlos “Tapado” Vargas
  • Karina Severino
  • Luis Montalbert
  • Balerom
  • Pedro Capmany
  • Lucho Calavera
  • CoNe Zamora
  • Fresh
  • Bernardo Quesada

Para adquirir las entradas debe realizar una transferencia, por Sinpe Móvil: 84570788 o por medio de la cuenta BAC San José 944209188, cuenta IBAN: CR32010200009442091884.

Tras realizar el pago, envía el comprobante al WhatsApp: 8457-0788, para que reciba los tiquetes.

Albergues

Una iniciativa liderada por la fundación Lloverá con el apoyo de empresas privadas, entre ellas el Hotel Presidente, se logró abrir un espacio seguro para un grupo de al menos 80 migrantes venezolanos.

Habilitaron un albergue que cuenta con camas cómodas, un espacio para sentarse y disfrutar de los alimentos que por medio de donaciones se pueden brindar.

Además, tiene un área de juegos y aprendizaje ideado para atender a los más pequeños quienes junto a sus padres llevan miles de kilómetros recorridos en su anhelo por alcanzar el denominado “sueño americano”.

Este centro se sitúa en avenida 12 calle 3, a una cuadra de la Clínica Bíblica. Los migrantes pueden estar de 24 a 72 horas para dormir, alimentarse y descansar en su peregrinaje hacia Estados Unidos.

También se les brinda apoyo con recursos para que se transporten a la frontera norte.

“Por medio de las donaciones podemos cubrir el costo del pasaje hasta los Chiles, tienen una cama donde dormir y les brindamos cuatro tiempos de comida.

“Si las personas desean colaborar con alimentos los pueden entregar a la organización al igual si desean colaborar con dinero en efectivo”, expresó Erika Lizano de la fundación Lloverá.

Asimismo, si usted desea colaborar puede hacerlo por Sinpe al 8835-4659 o a la cuenta del BAC:CR23010200009522645211. Brindan factura deducible de impuestos.

OBSERVE MÁS: Venezolanos irrumpen en calles de Managua rumbo a Estados Unidos

Campamento 7/10

El otro espacio habilitado por la fundación es un “campamento” cercano a la estación 7/10, con toldos y algunas tarimas se procura que otros 40 migrantes puedan pasar la noche.

En San José con algunas barreras se busca brindarles un poco de seguridad para que niños, embarazadas y adultos mayores puedan dormir sin miedo a perder lo poco que les queda.

“En este sector procuramos entregarles al menos una comida al día, dependemos de las personas que generosamente se acercan a colaborar con alimentos.

“Tenemos historias muy tristes, porque ellos vienen muy enfermos, hace poco una mujer con 5 meses de embarazo tuvo un aborto en la acera, es desgarrador”, lamentó Yadira Mata, de la fundación Lloverá.

Según la Municipalidad de San José, hay cuatro albergues con capacidad máxima para 290 personas. Destacan el apoyo de fundaciones para ayudar a los más vulnerables.

Largo camino

Al llegar a suelo nacional implica que atravesaron caminando la peligrosa selva entre Colombia y Panamá, donde se enfrentan de cara con la muerte en cada paso.

“Yo tengo tres hijas, entre mi esposo y mi papá, que ocupa muleta, logramos salir tras 8 días, en los últimos tres no teníamos absolutamente nada que comer, solo agua de río”, contó la venezolana Katherine Mejía.

“Es una travesía que no le deseo a nadie, menos con niños, el barro hasta la rodilla, la corriente de río te quiere llevar y hay demasiados muertos en el camino”, detalló el venezolano José Mejía.

Como ellos son miles de personas que intentan el peligroso trayecto con la idea de poder llegar a los Estados Unidos para conseguir un futuro mejor.

Por eso a muchos de ellos se les ve pidiendo dinero en varias de las provincias o vendiendo diferentes tipos de cosas en las esquinas, junto a sus familias para poder continuar.