Paula Ruiz
La fracción de Nueva República presentó 104 mociones al proyecto de ley para prohibir las terapias de conversión en el país lo cual ha frenado su avance en la Comisión de Derechos Humanos del Congreso.
No solo es la cantidad de mociones, sino que todos los diputados de esta bancada se presentan a las sesiones legislativas de la comisión que discute el proyecto. Como cada uno dispone de 15 minutos para referirse a los temas, en las últimas reuniones solo se ha logrado conocer una moción por sesión.
Fabricio Alvarado, jefe de la fracción y líder del partido, reconoció que utilizarán todos los espacios permitidos por el reglamento legislativo “para tratar de convencer a los diputados de algo que nos parece inconveniente”.
Se justifica en que ya se regula en el país la coacción y la tortura, razón por la cual, ya existen herramientas jurídicas para denunciar, según expuso.
Asimismo, apuntó a que buscan defender la libertad religiosa pese a aceptar que en su ejercicio como creyente, nunca ha escuchado el término de terapias de conversión.
“Es un término donde hay bastante incertidumbre sobre cómo describirlo, cómo hablar sobre él, no sé de donde sacaron ellos lo de las terapias de conversión
“Yo nunca en 19 años que tengo de asistir a la iglesia cristiana y antes de eso, 12 años en la católica, activamente, nunca había escuchado ese término de manera que habría que ver de dónde se lo sacaron y ver a qué se refieren ellos cuando hablan de ese tema en ese proyecto de ley”, declaró Alvarado a El Observador.
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El congresista, quien además de periodista es cantante cristiano y salmista, aceptó que sí es común la consejería dentro de la iglesia cristiana y, al no existir una limitación sobre el término, tienen incertidumbre de que hasta una oración por una persona, pueda convertirse en una “terapia de conversión”.
“Abre portillos para caserías de brujas y acusaciones falsas solo por querer dar una consejería o por querer hablar del tema en una congregación religiosa y ahí entramos en un tema delicado que es el de la libertad religiosa que es un derecho humano también, por eso nos hemos manifestado en contra”, aceptó el líder de Nueva República.
Delimitarlo
Fabricio Alvarado mostró anuencia por parte de su bancada en caso de que exista alguna propuesta para delimitar el término en la iniciativa que se pretende.
Aunque, por otra parte, consideró que las “intenciones originales” no son buenas, puesto que se trata de un proyecto de ley planteado por el exdiputado José María Villalta del Frente Amplio, según dijo.
“Nada está escrito en piedra, si hay apertura a negociar y sentarnos a negociar de un nuevo texto, que permita cerrar cualquier portillo, podríamos sentarnos a trabajarlo”.
“No creemos que haya una buena intención sino que más bien, se quiere abrir ese portillo, meternos un gol a los costarricenses, como lo ha hecho el Frente Amplio en algunas ocasiones, para que se de este tipo de caserías de brujas”, apuntó Alvarado.
Alvarado reconoció que conoce personas que antes tenían una preferencia sexual por una persona del mismo sexo y ahora, tienen una preferencia por una persona del sexo opuesto.
“Se quiere vender un concepto de que nosotros estamos contra la comunidad LGBT, eso es falso sencillamente”, concluyó.
La iniciativa es defendida por el Frente Amplio quienes consideran que Nueva República, solamente busca obstruir este plan.
“Nos parece lamentable que se esté mal uso del Reglamento Legislativo y vamos a oponernos a estas mociones porque sin duda alguna, son un retroceso para los Derechos Humanos y para todo lo avanzado como humanidad”, defendió el frenteamplista Antonio Ortega.
Para avanzar con esta propuesta, la Comisión acordó sesiones extraordinarias con tal de someter a votación la mayor cantidad posible de mociones. A partir del próximo 1 de noviembre comienzan las sesiones extraordinarias donde es el Poder Ejecutivo quien convoca la agenda parlamentaria.
Se intentó ampliar con la diputada Montserrat Ruiz, presidenta del foro legislativo, pero no hubo respuesta por parte de su encargado de prensa.
El proyecto busca prohibir que una persona sea coaccionada o forzada a “esconder, modificar o negar sus características sexuales, identidad de género, expresión de género u orientación sexual”.
“Así como a someterle a tratamientos aversivos de cualquier índole que pretendan convertir, revertir o modificar, a modo de pretendida curación, sus características sexuales.
“También su expresión de género, identidad de género u orientación sexual y que representen una amenaza para su salud física y mental, bienestar y/o libertad individual”.
Asimismo, se pretende el establecimiento de días de multa o la inhabilitación del cargo a profesionales que eventualmente realicen este tipo de actos.
Este jueves, hubo un plantón en las afueras del Congreso para respaldar la iniciativa. Cortesía Frente Amplio.
