Paula Ruiz
La Comisión de Derechos Humanos avanzó este jueves -en dos sesiones extraordinarias- solo en dos mociones al proyecto 20.970 que busca prohibir las terapias de conversión sexual.
El objetivo es avanzar en esta iniciativa que contiene 104 mociones presentadas por Nueva República.
De hecho, el avance de una sola moción durante este jueves -que requirió casi dos horas- se debió a que tres legisladores de esta bancada utilizaron la palabra en todos los espacios posibles. Esto retrasó las votaciones.
La integrante de Nueva República Rosalía Brown expuso su malestar por la convocatoria de la sesión adicional para el avance de estas mociones. Ella lo catalogó como un atropello.
Esto requirió la aclaración de Montserrat Ruiz, presidenta del foro legislativo, quien recordó las potestades conferidas mediante el artículo 74 del Reglamento Legislativo para convocar sesiones extraordinarias y el tema por analizar.
Pero nuevamente Nueva República solicitó la lectura expresa de informes emitidos previamente con respecto al uso de la palabra.
Lo mismo, sucedió en la tarde, cuando tres diputaciones de esta fracción acapararon el uso de la palabra para obstaculizar el avance en las votaciones.
En la tarde, Brown aprovechó para presentar una nueva moción tras su malestar con las sesiones extraordinarias convocadas por Ruiz. Sin embargo, todo les fue rechazado.
Las justificaciones
Fabricio Alvarado, líder de la bancada, expuso su oposición al plan al aducir que una terapia de conversión sexual podría ser una consejería o una consulta psicológica.
Alvarado criticó el plan presentado por José María Villalta en el cuatrienio pasado, al considerar -según él- que se trata de una amenaza contra la libertad religiosa “y abriría portillo para casería de brujas”.
Asimismo, destacó que no está a favor de coaccionar o torturar a ninguna persona. Pero aseguró que ciertos sectores de la sociedad los han hecho ver ante la opinión pública como una agrupación que está a favor de este tipo de actos contra homosexuales o transexuales.
“Nada más falso que eso”, dijo en la Comisión.
El proyecto busca prohibir que una persona sea coaccionada o forzada a “esconder, modificar o negar sus características sexuales, identidad de género, expresión de género u orientación sexual”.
“Así como a someterle a tratamientos aversivos de cualquier índole que pretendan convertir, revertir o modificar, a modo de pretendida curación, sus características sexuales.
“También su expresión de género, identidad de género u orientación sexual y que representen una amenaza para su salud física y mental, bienestar y/o libertad individual”.
Asimismo, se pretende el establecimiento de días de multa o la inhabilitación del cargo a profesionales que eventualmente realicen este tipo de actos.
Ruiz apuntó a la urgencia de avanzar con este proyecto dado que la Comisión tiene pendientes otros expedientes e investigaciones, así como situaciones específicas en las que quieren tener una incidencia, tal es el caso de la migración de paso de venezolanos.
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