AFP
Un error del italiano Gianluigi Donnarumma cambió el destino de un juego que ganaba el PSG, equipo que terminó perdiendo 3-1 en el Santiago Bernabeu, ante el Real Madrid.
Un avivado Benzema, no solo dejó mal parado al compañero de Keylor Navas, sino que hizo un triplete con el que hizo historia y de paso puso a los suyos en los cuartos de final.
Mientras, los parisinos quedaron fuera de la Liga de Campeones de Europa, con un fracaso sonado, tras contrataciones rimbombantes como la de Lionel Messi, para enfrentar este torneo.
Keylor, héroe de grandes gestas en el Bernabéu, debió conformarse con ver el partido desde el banquillo.
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El error de Donnarumma
El PSG terminó el primer tiempo con ventaja de 1-0, con lo que el global marchaba 2-0 en favor de los frances, con anotación de Kylian Mbappé.
El Madrid tuvo que soltar todo su poder ofensivo presionando a los parisinos en todo momento. De esa situación surgió el error que generó la primera anotación.
Donnarumma recibió un balón y en ese momento recibió la presión de Karim Benzema, provocando el error del arquero, perdiendo la pelota que el francés pudo tocar hacia Vinicius Junior, quien se la pasó nuevamente a Benzema para que marcara el 1-1.
La acción motivó al equipo blanco, que con el apoyo de las tribunas encontró la motivación para seguir insistiendo.
A falta de 15 minutos, llegó el gol de la ventaja en una jugada de Luka Modric, quien hizo una combinacion primero con Vinicius y luego con Benzema que con fuerte disparo venció al portero del PSG.
Y no faltó mucho para el tercero del “Gato”. Casi que sacando el PSG y el Madrid recuperó la pelota. Karim toma un balón suelto y marcó el 3-1 final.
Con este triplete, el francés se volvió una leyenda para su equipo al quedar como tercer mejor goleador de la historia del Real Madrid, por encima de Alfredo Di Stéfano, y solo por detrás de Cristiano Ronaldo y Raúl González.
El PSG, que había desaparecido de la cancha, despertó de repente e intentó buscar la igualada que nunca llegó.
Ahora el técnico Mauricio Pochettino, Messi, Neymar, Mbappé y compañía regresan con la cabeza baja a París, donde muy seguramente los espera un terremoto.
