Redacción El Observador
El empresario mexicano Michael Dinerchtein rompe barreras y lleva la magia de la música clásica y el arte contemporáneo a los rincones rurales de México.
La música y el arte son herramientas poderosas para cambiar el mundo, y esto es precisamente lo que busca el empresario Michael Dinerchtein con su fundación Evolución Sheva.
Dinerchtein, de 40 años, basado en México y originario de Bielorrusia, fundó esta organización.
Esto con el objetivo de llevar la cultura y la educación artística a las zonas rurales de México, con la esperanza de que esto ayude a los niños a tener un futuro mejor.
Para Michael, la fundación Evolución Sheva es más que un simple proyecto: es su pasión y su misión de vida.
Él cree que todos los niños, independientemente de su origen o situación económica, tienen derecho a acceder a la cultura y a la educación artística.
Y más adelante lo hará en Costa Rica donde espera generar alianzas que lleven la actividad de esta fundación a los jóvenes ticos.
“Costa Rica es un gran país, será un privilegio replicar la experiencia acumulada en México para impactar las vidas de los jóvenes costarricenses”, expresó.
Impacto en niños y jóvenes
En una entrevista, Michael declaró: “Quiero que los niños de México y de la región centroamericana sepan que el arte y la música son parte de su vida, que es una forma de expresarse y de conectarse con el mundo.
“Quiero que sepan que tienen un potencial enorme dentro de ellos, y que con el apoyo adecuado pueden lograr grandes cosas”.
Con esta visión en mente, la fundación Evolución Sheva ha llevado la música y el arte a comunidades rurales en diversas geografías de México.
Michael Dinerchtein, de 40 años, basado en México y originario de Bielorrusia, le dio vida a la Fundación Evolución Sheva en México. Y pronto llegaría a Costa Rica (Cortesía).
Han organizado talleres y conciertos en escuelas, y han trabajado de la mano con maestros y autoridades locales para asegurarse de que los niños tengan acceso a una educación artística de calidad.
El impacto de su trabajo ha sido enorme, y han logrado transformar la vida de cientos niños y jóvenes en todo el país. “Cada niño es un mundo entero”, dice Michael, “cuando tienes eso en mente, las ganas de ayudar crecen y nunca paran”.
Transformando vidas
El trabajo de la fundación Evolución Sheva ha sido un rayo de esperanza para muchos niños en México, y ha dejado una huella profunda en las comunidades que han visitado.
Michael ha visto de cerca el impacto de su trabajo en los niños y jóvenes con quienes ha trabajado.
“He visto niños que han encontrado su vocación gracias a nuestros talleres de música y arte, que han descubierto un talento que no sabían que tenían”, dice el empresario mexicano.
“He visto cómo la música y el arte les ha dado una razón para seguir adelante, a pesar de las dificultades que enfrentan en sus vidas. Y lo más importante, he visto cómo estos niños han recuperado su autoestima y han empezado a creer en sí mismos y en su potencial”, agrega.
Para Michael, estas historias son la razón por la que sigue adelante con su trabajo, a pesar de los muchos desafíos que enfrenta.
Un granito de arena
Él sabe que su trabajo es sólo una pequeña parte de la solución, pero cree que es una parte importante. “Si podemos cambiar la vida de un niño, ya hemos hecho algo importante. Si podemos cambiar la vida de muchos niños, hemos hecho algo extraordinario”.
La fundación Evolución Sheva es un recordatorio de que hay muchas personas en México y en el mundo que están trabajando para construir un futuro mejor para todos. Y aunque el camino puede ser difícil, Michael y su equipo están decididos a seguir adelante.
Como él mismo lo dice: “Siempre habrá obstáculos y dificultades en el camino, pero si tenemos una visión clara y un propósito fuerte, podemos superar cualquier cosa.
“Mi visión es un mundo en el que todos los niños tengan acceso a la cultura y a la educación artística, y voy a seguir trabajando para hacerlo una realidad”.
