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Gisele Bündchen confiesa a la revista ‘Vanity Fair’ lo que Costa Rica significa para ella

“La supermodelo está más que preparada para el próximo capítulo de su vida mientras disfruta del ‘Pura Vida’ costarricense”. Con…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Gisele Bündchen confiesa a la revista ‘Vanity Fair’ lo que Costa Rica significa para ella
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“La supermodelo está más que preparada para el próximo capítulo de su vida mientras disfruta del ‘Pura Vida’ costarricense”.

Con estas líneas, la revista Vanity Fair inicia su extensa entrevista con Gisele Bündchen, quien confesó que Costa Rica ha sido el lugar donde ella ha superado el divorcio de Tom Brady, que se concretó en octubre del 2022.

Pero también Costa Rica ha sido el lugar donde ella hubiese deseado criar a sus dos hijos, Benjamin Rein, de 13 años, y Vivian Lake, de 10 años.

“La vida que Bündchen quiere llevar (la pura vida, o la vida sencilla desde el punto de vista costarricense) estaría, en el mejor de los casos, instalada en Costa Rica a tiempo completo.

“’Mi sueño era criar a mis hijos aquí. No he podido estar aquí tanto como me hubiese gustado, pero ahora los traigo más a menudo’”, expresó Bündchen a la periodista Michelle Ruiz.

De hecho, la comunicadora viajó a Costa Rica para conversar con la brasileña, quien cuenta con una propiedad en Santa Teresa, en la península de Nicoya.

En el extenso reportaje que salió publicado este miércoles, Ruiz cuenta que pasó dos días enteros con la supermodelo, en enero pasado.

La Dirección de Migración reportó que Bündchen estuvo aquí 13 días en enero pasado (del 7 al 20) y 12 días en marzo (del 5 al 17).

“Han pasado unos dos meses y medio desde el anuncio del divorcio cuando me recoge en mi hotel de Costa Rica subida en un todoterreno enfundada en un sujetador deportivo gris topo, unos pantalones cortos a juego y sandalias Rainbow.

“Lleva un pañuelo de lino azul y blanco alrededor de la cara y de la cabeza, no para proteger su intimidad (los lugareños la tratan como a una más, no así los turistas).

“Más bien es para combatir las nubes de polvo que se levantan en las carreteras sin asfaltar. Me ofrece un pañuelo a juego y aceleramos en pendiente”, escribió Ruiz.

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Más de Costa Rica en su vida

En su entrevista, Gisele contó que en sus inicios en el mundo de la pasarela y la alta costura empezó a padecer ataques de pánico.

El nombre de la brasileña despegó en 1998 cuando desfiló para Alexander McQueen bajo una lluvia artificial y vistiendo topless pero con un crop top blanco pintado sobre su pecho.

Ella recurrió al yoga, la meditación y a viajar más a menudo a Costa Rica.

“Mi instinto natural fue pensar ‘No voy a ser una víctima de esto. No voy a sentarme aquí y preguntarme por qué me tratan así, por qué me dejan aquí desnuda durante ocho horas sin ofrecerme agua ni comida. ¿Por qué están siendo tan malos?”, contó Bündchen a Vanity Fair.

Costa Rica sigue presente en su vida, tanto que ella le cuenta a la periodista Ruiz que cría a sus dos hijos con “sencillez”, así como fue su infancia de clase media.

“‘Todas las niñas iban a casa de la abuela, caminaban descalzas por el camino de tierra y pasaban el rato con las gallinas¡”. Es el mismo tipo de infancia que la supermodelo intenta recrear hoy en día en Costa Rica para sus hijos”, publica Vanity Fair.

Gisele Bündchen

“La supermodelo vive su mejor momento en Costa Rica”: es el título de la más reciente edición de la revista Vanity Fair.

El pajarito herido y un centro de bienestar en Santa Teresa

Ruiz retrató en su extenso reportaje el episodio que presenció en la casa de Bündchen, en enero anterior.

Una de las mañanas, ella y la supermodelo encontraron en un sillón a un pajarito herido. La periodista describe que la reacción de Gisele es de desolación.

La modelo levanta al aninalito con sumo cuidado y con un susurro espeta: “¿Estás bien?”. Acaricia su cabecita con “un poco de Reiki”, explica. Es la técnica en la que transmite energía con el tacto.

Ella llama a un colaborador para que se lleve al pajarito a un santuario de animales cercano, con la esperanza de que allí lo pudiesen curar. “Me temo que si sigue así morirá”, asegura.

La comunicadora también escribió sobre uno de los rituales de la beldad: batidos naturales de frutas cultivadas en su casa, entre ellas bananos y papaya.

Pero ella piensa en algo más grande: Vanity Fair asegura que la brasileña construye una pequeña casa en la montaña que funciona con energía solar, que servirá para cultivar todos sus alimentos.

También está pensando en abrir un centro de bienestar en las inmediaciones de su propiedad. “Quiero hacer cosas que crea que son una extensión de mí. Ser modelo en realidad no lo es… es ser una actriz de cine mudo”, dijo.