Hermes Solano
En el primer año de gobierno de la administración Chaves Robles, el Poder Ejecutivo ha apostado en su mayoría, para las sesiones extraordinarias, por los proyectos de ley propios o de gobiernos anteriores.
Así lo destaca el último Estado de la Nación presentado esta semana. Eso sí, los que más se han aprobado en las mismas sesiones, son las iniciativas que vienen desde la oposición.
“Durante su primer año de gobierno, la administración Chaves Robles ha optado por promover proyectos de ley propios o heredados de Gobiernos anteriores, en lugar de incluir iniciativas de agrupaciones opositoras”, dice el informe.
En comparación con el primer año del gobierno de Carlos Alvarado, hay diferencias sustanciales.
“Durante el primer año de la administración Alvarado Quesada, el 39% de las iniciativas de ley convocadas por el Gobierno en las sesiones extraordinarias, eran proyectos de una alianza opositora y el 28% fueron iniciativas del Ejecutivo”, indicó el investigador Ronald Alfaro.
“Durante el mismo periodo de la administración Chaves Robles, estos porcentajes fueron del 15% (de la oposición) y 39% (del Ejecutivo)”, siguió.
Más allá de eso, los porcentajes de aprobación de los proyectos cambian, porque se aprobaron más de las bancadas opositoras.
“Mientras que en el primer año de la administración anterior el 33% de las leyes aprobadas correspondieron a proyectos propuestos por una alianza opositora y el 31% fueron iniciativas del Ejecutivo, durante el primer año del gobierno actual, estos porcentajes fueron del 21% y 11%, respectivamente”, indicó el investigador.
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(Cortesía Asamblea Legislativa)
Críticas
Desde la Asamblea Legislativa cuestionan la forma en que el Ejecutivo ha llevado las relaciones con el Congreso y las decisiones que ha tomado en sesiones extraordinarias.
Por ejemplo, en las anteriores, entre mayo y julio, se consumió el tiempo viendo el proyecto de jornadas 4-3, que finalmente la Sala Constitucional se trajo abajo al encontrar un vicio de procedimiento.
“Es un gobierno poco productivo, egocéntrico y que no está pensando en las necesidades de los costarricenses porque solo le interesan las iniciativas de ellos”, cuestionó el jefe de fracción del PUSC, Alejandro Pacheco.
“Esta es la administración con menos proyectos aprobados en sesiones extraordinarias, que es cuando les toca liderar la agenda legislativa”, reafirmó el legislador.
Desde el PLN también se generaron críticas a la administración a raíz del informe del Estado de la Nación.
“En este informe queda clarísimo la inestabilidad interna en el gabinete, lo que se traduce en menos productividad de políticas públicas y señala también que aquellas iniciativas que provienen del Gobierno tienen importantes errores de legalidad, como diputados hemos señalado eso en varias ocasiones”, dijo Óscar Izquierdo, el jefe de bancada verdiblanco.
¿Qué dice el Gobierno?
La ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, le dijo a El Observador que desde el Ejecutivo no están pensando sobre la autoría del proyecto de ley.
“Al Gobierno no le interesa ponerse las medallas, lo que le interesa es que salgan las mejores leyes”, indicó.
“La Asamblea Legislativa no debe verse como una fábrica de leyes, ya que no se trata de la cantidad ni de quién propone las iniciativas, sino de la calidad de estas y del impacto positivo que generen para los ciudadanos”, añadió en su respuesta.
Por eso, destacó lo que considera han sido iniciativas que se han impulsado hasta su aprobación.
“En el primer año de la administración nos concentramos en avanzar con importantes propuestas como la carretera a San Carlos, eurobonos, jornadas excepcionales, así como los proyectos de la agenda OCDE”, indicó la jerarca.
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(Cortesía Casa Presidencial)
Relación quebrada
El informe también señala aspectos relevantes, como el hecho de la relación resquebrajada que existe entre el Ejecutivo y el Legislativo y que se ha hecho evidente a través de los ataques de Chaves a los diputados.
En el Estado de la Nación se detalla que “la incapacidad de las fuerzas políticas para construir acuerdos se ha convertido en un desafío crítico para el país desde hace dos décadas”.
“Notamos que, cuando el Ejecutivo y el Legislativo se tratan entre sí como interlocutores legítimos de la política democrática, hay mayor efectividad. Pero, cuando la dinámica es antagonizar, hay menos capacidad para generarle bienestar a la población”, afirmó Alfaro.
“Lamento la falta de construcción de acuerdos, la falta de diálogo fluido y de un Poder Ejecutivo liderando una agenda como corresponde”, consideró el socialcristiano Pacheco.
