Fue un miércoles 2 de marzo, pero de 1983, cuando el Papa Juan Pablo II llegó a Costa Rica para realizar una visita no solo al país sino a Centroamérica.
Hasta la fecha se trata de un acontecimiento único pues ningún líder católico ha vuelto a pisar suelo nacional.
La visita se enmarcó en el conflicto armado que desangraba a los países vecinos y mantuvo a al ahora santo por cinco días en suelo nacional.
Estos son parte de los detalles que dejó la visita.
Muchos encuentros y Costa Rica como epicentro de viajes
La visita pastoral de Juan Pablo II arrancó en Roma y en el camino hizo una escala en Portugal.
El pontífice llegó a San José por la tarde y fue recibido por las autoridades que encabezaba el entonces presidente Luis Alberto Monge. De ahí pasó a una reunión con el Secretariado Episcopal Centroamericano en la Catedral Metropolitano.
Para el día 3 su agenda se concentró en eventos con diferentes grupos. Visitó el Hospital de Niños, se reunió con monjas, tuvo una misa en La Sabana y un encuentro con los jóvenes en el Estadio Nacional, para cerrar con una cita con la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En las jornadas siguientes el Papa salió a Panamá y Nicaragua pero en periplos de un día, por lo que volvió a dormir en Costa Rica.
La despedida oficial se dio el 6 de marzo, cuando salió rumbo a El Salvador. La gira abarcó después Guatemala, Honduras, Belice y Haití.
Los Papas pasan poco por Centroamérica
El periplo de Juan Pablo II fue el único que ha cubierto todos los países de la región.
En febrero de 1996 regresó, pero en esa ocasión pasó solo por Nicaragua, Guatemala y El Salvador. Hubo una tercera visita a Guatemala en 2002, que duró apenas 27 horas.
Su sucesor, Benedicto XVI no tuvo presencia en la zona y el actual Papa, Francisco, suma solo la estancia en Panamá en 2019, cuando se realizó allí la Jornada Mundial de la Juventud.
Fotografías de la visita papal cortesía del Archivo Histórico Diocesano Bernardo Augusto Thiel