Tomás Gómez
Fue un 2 de marzo, pero de 1983, cuando Costa Rica recibió la primera y única visita de un Papa que ha tenido en su historia.
Esa tarde, el ahora santo Juan Pablo II arribó al Aeropuerto Juan Santamaría para comenzar una visita intensa por una Centroamérica que entonces estaba en los peores tiempos de sus guerras civiles.
“Es el dolor de los pueblos que vengo a compartir, a tratar de comprender más de cerca, para dejar una palabra de aliento y esperanza, fundada en un necesario cambio de actitudes”, dijo el líder religioso a su arribo.
Ese escenario favoreció varios hechos llamativos, incluyendo que el pontífice usara al país como centro de logística para ir a otras naciones vecinas.
Estos son parte de los detalles que dejó la histórica y muy recodada visita.
Dos días enfocados en Costa Rica
La visita pastoral de Juan Pablo II arrancó en Roma y en el camino hizo una escala en Portugal.
Luego continuó el periplo hacia San José, donde fue recibido por las autoridades de la época, encabezados por el entonces presidente, Luis Alberto Monge.
De ahí pasó a una reunión con el Secretariado Episcopal Centroamericano en la Catedral Metropolitana.
Para el día 3 de marzo, su agenda se concentró en eventos con diferentes grupos.
Visitó el Hospital de Niños, se reunió con monjas, tuvo una misa en La Sabana y un encuentro con los jóvenes en el Estadio Nacional, para cerrar con una cita con la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Juan Pablo II viajaba desde Costa Rica
La presencia de Juan Pablo II en Costa Rica no terminó con los dos días que atendió actividades en San José.
Su agenda incluía países vecinos pero con el territorio nacional como como punto logístico.
El día 4 de marzo, el Papa salió por la mañana rumbo a Nicaragua para un atropellado evento.
Primero visitó León en un encuentro con educadores y por la tarde, correspondía una misa en Managua. En ella, simpatizantes sandinistas interrumpían la actividad con diversas consignas hasta que el propio pontífice intervino.
En esa misma visita se generó la histórica imagen donde Juan Pablo II reprendía al sacerdote Ernesto Cardenal por su participación en el gobierno que entonces dominaba Daniel Ortega.
Ese mismo día el Papa regresó a Costa Rica.
El día 5 fue el turno de Panamá, visita que nuevamente se movió desde Costa Rica.
A primera hora el religioso salió hacia la capital canalera para tener su misa tradicional. Ahí también tuvo actividades con familias y campesinos.
Las jornadas papales en Costa Rica cerraron con la despedida oficial el día 6, cuando el pontífice se fue definitivamente.
“Costa Rica me ha dispensado en estos primeros días de mi viaje apostólico a América Central, una hospitalidad llena de calor, afecto y generosa disponibilidad”, remarcó en su discurso de despedida.
“Los encuentros tenidos me han permitido conocer mejor a este querido pueblo y los profundos valores humanos, morales y religiosos que han construido y sostienen este país. Mi mayor deseo es que estos valores sean conservados y consolidados, porque así se podrá mirar con esperanza y optimismo hacia el futuro”, dijo también.
De aquí, Juan Pablo II salió a pasar el día en El Salvador, y luego por la noche llegó a Guatemala. Desde ese país también hizo una visita express a Honduras.
La gira centroamericana cerró el 9 de marzo, cuando en un mismo día hizo visitas oficiales a Belice y Haití.
Los Papas pasan poco por Centroamérica
El periplo de Juan Pablo II fue el único que ha cubierto todos los países de la región.
En febrero de 1996 regresó, pero en esa ocasión pasó solo por Nicaragua, Guatemala y El Salvador.
Hubo una tercera visita a Guatemala en 2002, que duró apenas 27 horas.
Su sucesor, Benedicto XVI no tuvo presencia en la zona y el actual Papa, Francisco, suma solo la estancia en Panamá en 2019, cuando se realizó allí la Jornada Mundial de la Juventud.
Fotografías de la visita papal cortesía del Archivo Histórico Diocesano Bernardo Augusto Thiel
