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Popcorn506 para El Observador
Supongo que a muchos de ustedes les pasa parecido: llegan las vacaciones de medio año y nos vienen a la memoria recuerdos juveniles en las que surgían estrenos míticos en el cine.
Y, claro, todos íbamos a ellos. Eran planes muy divertidos para las semanas en las que no había colegio. Además, tuvimos la suerte, durante los años 80 y 90, de disfrutar de películas perfectas para los niños y adolescentes, llenas de emoción, aventura y humor. ¿Quién puede negar que, gracias a ellas, muchos de nosotros somos los cinéfilos que somos?
Sin duda, uno de esos grandes culpables fue Indiana Jones, que marcó un antes y un después en el cine de aventuras con tres películas enormes en los años 80. Una saga maravillosa con uno de los personajes más icónicos del cine contemporáneo.
Alguien a quien, reconozcámoslo, solemos recurrir cuando la nostalgia nos invade o cuando, simplemente, queremos apostar sobre seguro ante la necesidad de entretenimiento y acción.
Talante de Harrison Ford
No vamos a entrar en lo probable que era Indiana Jones como héroe. Seguramente, si no hubiera sido por Harrison Ford, el personaje y la saga se habrían quedado bastante lejos de lo que son ahora mismo.
Porque, aunque Spielberg y Lucas estaban en plena forma, el indescriptible talento de Ford le dio ese toque único a un personaje y a una saga para alcanzar la gloria.
Pero bueno, estamos aquí para hablar de un Indiana Jones que ha sacado de nuevo su sombrero y, al menos en lo que llevamos desde su estreno en salas, está dando buenos latigazos a la taquilla.
Oh, sí, son vacaciones, y se ha estrenado una nueva de Indiana Jones. Y lo mejor de todo es que no hay que tener miedo.
Asistimos a un acierto
Está claro que ha habido fracasos en los últimos años, porque muchos reboots, remakes y resurrecciones de sagas no han sido tan potentes como el público esperaba. Aquí tenemos ahí a la penúltima de Indy, la prescindible Kingdom of the Crystal Skull.
Pero, gloriosamente, asistimos aquí a un acierto de los que se aprecian y agradecen. Porque, aunque el nivel de aquellas tres originales no se pueda alcanzar, y somos conscientes de ello por motivos que incluso escapan a los puramente artísticos o creativos, James Mangold juega aquí sus cartas de un modo casi perfecto.
¿Y cuáles son sus cartas? Todas las que consisten en mantener la esencia del Indiana Jones ochentero. Ese héroe improbable, difícil de imaginar y de vender, pero que funcionaba a las mil maravillas.
Ese profesor universitario mesuradamente elegante, involuntariamente atractivo, tan culto como atrevido y tan pícaro e incluso tramposo como nunca nos habríamos imaginado de un protagonista total.
Indiana Jones sigue siendo él. Funciona igual, a pesar de su edad, y de la de Ford. Y, aunque la fórmula ya esté un poco más desgastada o las sorpresas no puedan serlo tanto, el conjunto de la película sigue ofreciendo puntos de interés, como el juego que dan sus personajes o los giros de guión que van surgiendo.
Acierto con el casting
Hablando de personajes, o más que de ellos, de sus actores, hay que destacar el acierto en el casting. Porque aquí no se escatima y esto es genial, para el público y para la calidad de la película al final.
Que hoy en día es difícil contar con un actor de tanta calidad como Mads Mikkelsen, sobre todo para encarnar a un villano europeo que tan bien encaja en todos los sentidos.
Y gente como Toby Jones o Phoebe Waller-Bridge. Incluso Antonio Banderas. Vamos, que abarcan a todo tipo de público y generaciones, porque este Indy también es inclusivo. Esto no solo va para nostálgicos, va para todo el mundo.
Y es que El Dial del Destino no solo es la puerta que se cierra para los que hemos vivido la saga desde sus inicios hace más de cuarenta años, sino que también puede ser la ventana a la que asomarse para descubrir, de un modo más actual o accesible, un tipo de cine que ya no existe y que, sin este tipo de empujones, resulta lejano para los aficionados actuales.
Por último. Acabamos de decir que esta película es la puerta que se cierra, porque se ha anunciado mucho que es el cierre de la saga. En estas cosas, como siempre, somos escépticos, ya que al final la cosa depende del dinero.
Pero, igualmente, ya que se han propuesto hacer un cierre, no les ha quedado nada mal. Al menos, no se nos queda el mal sabor de boca de la calavera de cristal.
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