AFP
(Bogotá). El senador y exguerrillero Gustavo Petro ganó el balotaje y es el nuevo presidente electo de Colombia, de acuerdo con el cómputo oficial.
Petro obtiene hasta ahora poco más de 11 millones de votos, frente a su contendiente Rodolfo Hernández, quien logra arriba de 10 millones.
“Hoy es día de fiesta para el pueblo. Que festeje la primera victoria popular. Que tantos sufrimientos se amortigüen en la alegría que hoy inunda el corazón de la Patria”, escribió en Twitter.
Posteriormente dijo: “A partir de hoy Colombia cambia, un cambio real que nos conduce a algunos de los planteamientos que hemos hecho de estas plazas: la política del amor (…). Una política del entendimiento y el diálogo”.
Hernández, un outsider sin partido político de 77 años, reconoció rápidamente su derrota, lo que aplacó el temor de protestas ante un desenlace ajustado. Durante la tensa jornada, Petro atizó las sospechas de fraude.
“Acepto el resultado como debe ser (…) le deseo al doctor Gustavo Petro que sepa dirigir al país, que sea fiel a su discurso contra la corrupción”, dijo.
En el centro de Bogotá miles de sus seguidores, la mayoría jóvenes, explotaron de júbilo.
“Celebro porque por fin vamos a tener un cambio, esto es algo que los territorios esperaban (…) Esto demuestra que hay esperanza”, señaló a la AFP Lusimar Asprilla, una académica afro de 25 años.
Con el triunfo de Petro, la izquierda asumirá el poder por primera vez en Colombia.
Por su parte, el presidente de Costa Rica, felicitó a Petro, con el que espera -dijo- “continuar y mejorar la magnífica relación que tenemos”.
Felicitaciones al Presidente electo de Colombia, Sr. Gustavo Petro y su Vicepresidenta Sra. Francia Márquez, por su triunfo, en un proceso democrático y libre. Nuestros mejores deseos al pueblo colombiano, con el que deseamos continuar y mejorar la magnífica relación que tenemos.
— Rodrigo Chaves (@RodrigoChavesR) June 19, 2022
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La jornada
La votación inició a las 7 a.m. (hora de Costa Rica) con el sufragio del presidente Iván Duque, impedido por ley de aspirar a la reelección. El mandatario votó en la céntrica Plaza de Bolívar, en Bogotá.
Petro por su parte votó en un barrio popular de Bogotá y luego de sufragar lanzó: “Hoy tenemos indudablemente que derrotar cualquier intento de fraude con una votación masiva”.
El registrador nacional, Alexander Vega, defendió la tarea de la autoridad electoral que encabeza: “A pesar de la desinformación (…) el proceso electoral sigue firme y fuerte”, dijo en una intervención pública junto a Duque.
Hernández, quien denunció un plan para asesinarlo tras la primera vuelta, votó en la mañana custodiado por varios escoltas en la ciudad de Bucaramanga, de la que fue alcalde.
Unos de 39 millones de colombianos estuvieron llamados voluntariamente a las urnas
Hasta hace una semana, las encuestas mostraban un empate técnico.
Petro, el favorito
Petro, de 62 años, ganó la primera vuelta con el 40% de los votos frente al 28% de Hernández (77).
Pero su ventaja se pulverizó tras el juego de alianzas y una campaña muy agresiva, con filtraciones y golpes bajos de lado y lado.
Los electores castigaron a las fuerzas que históricamente han gobernado y votaron entre dos alternativas inciertas que despiertan miedos en diferentes sectores.
Petro quiere transformar el sistema de salud y pensiones, y suspender la exploración petrolera para dar paso a energías limpias, ante la crisis climática.
“El país necesita justicia social para poder construirse en paz (…) es decir menos pobreza, menos hambre, menos desigualad, más derechos. Si no hace eso la violencia se profundiza”, sostuvo Petro en repetidas ocasiones.
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Menú de problemas
Colombia llegó a esta elección fracturada y con un gobierno desgastado e impopular.
Duramente reprimidas, las protestas de 2019, 2020 y 2021 reflejaron un malestar profundo frente a la desigualdad y falta de oportunidades, principalmente para los jóvenes.
Con la pandemia se agravó la pobreza, que hoy alcanza al 39% de los 50 millones de colombianos.
El desempleo ronda el 11% y la informalidad el 45%. También el narcotráfico y la violencia asociada a esa actividad, con varios grupos armados expandiéndose por el territorio, serán desafíos del próximo gobierno.
Petro es un economista que quiere que los ricos paguen más impuestos. Adicionalmente, espera restablecer las relaciones con Venezuela así como respalda el acuerdo de paz de 2016 con las extintas FARC.
También buscará dialogar con el Ejército de Liberación Nacional, la última guerrilla reconocida en el país.
Los miedos
Ante el inminente giro, crecen las dudas y los miedos. Sectores poderosos y de las Fuerzas Armadas resisten a Petro por su pasado y sus proyectos de reformas que, temen, afecten a la propiedad privada y conduzcan al país hacia un socialismo fallido.
Los militares deberán jurar lealtad a un exguerrillero en un país traumatizado por un conflicto de seis décadas con los rebeldes de ultraizquierda.
También tiene una “personalidad que muchos asocian con intransigencia, terquedad y con un ego que limita el diálogo”, sostiene la politóloga de la Universidad Javeriana Patricia Muñoz.
