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La otra cara de la fiesta en Argentina: fallecidos, daños a infraestructura pública y robos en Buenos Aires

Argentina es pura fiesta. Aunque este martes fue el momento cumbre con el recorrido que hizo la selección campeona del…

Por Allan Arroyo

Tiempo de Lectura: 3 minutos
La otra cara de la fiesta en Argentina: fallecidos, daños a infraestructura pública y robos en Buenos Aires
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Argentina es pura fiesta. Aunque este martes fue el momento cumbre con el recorrido que hizo la selección campeona del mundo en la capital, es posible que los festejos y la euforia se mantengan por varios días más.

Pero es una fiesta teñida de destrozos a infraestructura pública, asaltos a peatones, daños a carros y hasta robos en negocios en Buenos Aires.

Incluso, el famoso Obelisco fue seriamente dañado, no solo en la base -con grafitis- sino en lo más alto de la icónica figura de cemento.

Todo esto ocurrió en medio de la locura de la celebración porque el equipo de fútbol obtuvo su tercer título mundial en la historia.

Lo hizo el domingo pasado en Catar, tras derrotar por penales a Francia. Los expertos la califican como “la mejor final de la historia”.

Esto provocó que el recibimiento a Lionel Messi, como el capitán y gran referente, junto al resto del plantel congregara entre 4 y 6 millones de personas en las calles de Buenos Aires.

Esas son cifras no oficiales; sin embargo, las fotografías del festejo reflejan una celebración sin precedentes.

 

Fiesta desbordada

La organización tenia planificada un caravana mucho más extensa, pero ante la gran cantidad de público y tras casi cinco horas avanzando poco, se tomó la decisión de suspenderla este martes por la tarde.

Inclusive, los jugadores fueron trasladados vía aérea en helicóptero debido a que era imposible salir de otra forma por el colapso de la ciudad.

Figuras como Messi y Ángel Di María, autor de uno de los goles en la final, fueron recibidos también en sus ciudades de origen a donde se trasladaron después del festejo grupal.

Este miércoles, los diarios argentinos resaltan la magnitud de la fiesta que se extendió hasta altas horas de la noche, aprovechando el feriado decretado por el gobierno.

Recuento de los daños

Para la magnitud de la fiesta, la prensa del país sudamericano registró algunos incidentes graves.

Se reportaron dos fallecimientos en circunstancias relacionadas con los festejos. Uno de ellos por un accidente en motocicleta. Otro de un joven que cayó de una altura considerable en un edificio donde celebraba.

Las autoridades locales también reportaron postes de alumbrado y semáforos dañados o hasta quebrados, cuando los aficionados se guindaron de ellos para observar el paso del bus que transportaba a los jugadores.

Se reportaron también varias decenas de heridos, sin que haya un dato oficial, por golpes, caídas o quebraduras.

 

Uno de los casos virales fue el aficionado que se lanza desde un puente hacia el bus, pero al fallar cae en el asfalto y en medio de la multitud. Uno de los medios locales en Buenos Aires lo reporta herido pero estable en un centro médico.

 

La policía en la capital argentina reportó cerca de 15 incidentes por robos o saqueos, sin embargo resalta que fue una celebración tranquila para la gran cantidad de personas que salió.

En el Obelisco, símbolo de la ciudad y a donde iba a llegar la caravana, la policía atendió disturbios que dejaron cerca de 14 detenidos y 21 heridos, informo el medio Infobae, con fuentes policiales.

En redes sociales se compartieron videos de aficionados dentro del monumento por lo que se ordenó la intervención policial.

También las plataformas digitales mostraron la gran cantidad de basura en las calles de Buenos Aires, ciudad que se recupera del histórico festejo argentino.

Los seleccionados no acudieron a la Casa Rosada, sede de gobierno, ni se reunieron con el presidente, Alberto Fernández, en medio de la conmoción política que vive el país sudamericano. Se especula que fue por decisión de los mismos jugadores.

El mandatario restó importancia al hecho y dijo que “los homenajeados son los jugadores, no el presidente.”

Agregó que la “selección no es de él, sino de todos,” y que siempre su intención fue mantener separado el fútbol de la política.