(Tapón del Darién). La crisis migratoria que viven los países de Centroamérica y que se evidencia en Panamá, exactamente en esta zona boscosa, con la llegada de miles de personas desde Colombia, tiene víctimas colaterales: los niños.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), solo este año se contabiliza la presencia de 70.000 menores de edad que llegaron a este punto, que sirve de frontera natural con Colombia.
El viernes, El Observador estuvo en Lajas Blancas, lugar donde hay un campamento que recibe a miles de migrantes, la mayoría venezolanos. Ellos huyen de la pobreza y la violencia y su objetivo, al cruzar esta selva, es seguir su ruta hacia los Estados Unidos.
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Cifras alarmantes
Niños en brazos, menores de cinco años, muchachos que comienzan la preadolescencia y algunos más grandes acompañaron a sus padres en la travesía.
“El flujo de familias y niños viene incrementand. Este año se han superado todos los récords, donde han pasado más de 70.000 mil niños y adolescentes”, contó Margarita Trejos, de Unicef.
“El 50% son de edades de 0 a 5 años, muy pequeñitos y tratamos de brindarle los servicios”, añadió.
En el lugar, Unicef da atención a los menores, no solo en temas de salud y alimentación, sino también psicosocial, principalmente para tratar los traumas que puedan sufrir al atravesar la selva.
Entre dos y cinco días es el promedio en el que los migrantes atraviesan el lugar.
En aumento
Según el informe de Unicef, al menos 29.000 niños, niñas y adolescentes cruzaron la peligrosa selva del Darién en 2021.
Se estima que 40.000 niños hicieron el cruce en 2022 y ahora ya va por 70.000 niños, convirtiéndose en el año con el mayor número de menores.
El Observador fue testigo el viernes de la gran cantidad de pangas con personas que llegaron a Lajas Blancas y ahí, un gran número de menores.
Bebés de meses en brazos de su madre, niños en hombros de sus padres y otros más grandes caminando al lado, siguiendo el camino de su familia.
“Tuve a mí hijo dos días sin comer”, nos contó un padre venezolano, desesperado por lo que vivió en la selva, dónde casi pierde a otro de sus hijos, un adolescente que casi se pierde en el río.
Costa Rica y Panamá hicieron un llamado al resto de países que involucrados en la situación migratoria para reunirse en México el 22 de octubre y buscar soluciones a la problemática.
Lo hicieron en la reunión de los presidentes Rodrigo Chaves y Laurentino Cortizo. Ambos sobrevolaron el Darién y visitaron el albergue.