Paula Ruiz
El diputado Melvin Núñez de Restauración Nacional reaccionó molesto por la decisión del Directorio Legislativo de consultar al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) los alcances de la vacunación obligatoria para legisladores.
La consulta se emitió después de que el Ministerio de Salud declaró obligatoria la vacunación anticovid para empleados públicos a partir del 15 de octubre.
“Envían una consulta para ver si me pueden obligar es que esa es la pregunta, esa es mi respuesta, inténtelo y nos vemos en otros estrados”, declaró Núñez.
Su reacción la emitió este lunes en el espacio de control político en el Plenario donde defendió su posición para no recibir las dosis.
Según el congresista, no hay mecanismo legal para tal obligación.
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“¿Cuánto vale mi libertad?, ¿Cuánto vale el que decida qué me pongo en mi cuerpo y qué no?, ¿Cuántos están dispuestos a pagar el precio de decir qué hago y qué no? Yo sí, yo nunca me he metido con las decisiones de ningún diputado ni les he dicho vacúnense o no”, señaló el restauracionista.
Aseguró que no procederá con su inoculación por una decisión personal debido a que es una “vacuna experimental”.
Melvin Núñez aseguró que se curó mediante “una medicina alternativa” a la aplicada por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La diputada Shirley Díaz se sumó a Núñez al externar su oposición a la vacunación obligatoria.
“Latas de atún”
Quien refutó estos señalamientos fue el liberacionista Carlos Ricardo Benavides quien adversa las posiciones antivacunas.
Benavides señaló que si esa decisión implicara que la persona se exponga a la muerte, no es problema, sin embargo, “pueden andar a tope con la carga viral ensalivando todo el ambiente” en perjuicio de los menores de edad que aún no pueden vacunarse.
“Si no quiere vacunarse, puede irse a clavar a la montaña y convertirse en ermitaño, no hay problema, que Dios le acompañe, hasta latas de atún le podemos mandamos para que coma. El problema es que quiera convivir entre los demás sin vacunarse”, fustigó.
Hay alrededor de 867.000 personas sin ninguna dosis, según estimaciones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Este grupo incluye a cerca de 220.000 menores entre 12 y 17 años, 592.000 personas entre 18 y 57 años y 55.000 adultos mayores de 58 años.
Carlos Ricardo Benavides, diputado del PLN, refutó la posición de quienes se niegan a vacunarse, debido al riesgo que implica para otras personas. Foto Asamblea Legislativa.
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