Tomás Gómez
Aunque tiene un sustento económico, la Alianza del Pacífico está actualmente en las tenazas de las diferencias políticas de los Gobiernos que la integran.
Desde que en diciembre anterior el expresidente peruano Pedro Castillo fue destituido tras un intento de Golpe de Estado, los otros miembros de la Alianza se han enfrascado en diferendos que tienen paralizado el funcionamiento del bloque y la llegada de Costa Rica y Ecuador como nuevos miembros.
Esos roces escalaron un peldaño más este lunes cuando el presidente mexico de México, Andrés Manuel López Obrador llamó “usurpadora” a su par de Perú, Dina Boluarte. Aunque en teoría ambos deben hacer un traspaso de la coordinación del grupo para seguir operando, el primero se niega a hacer la transición e inclusive llamó “usurpadora” a la segunda.
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“No le puedo yo entregar nada porque ella no es legal y legítimamente para nosotros presidenta del Perú”, dijo López Obrador en conferencia de prensa este lunes.
“Se la podemos entregar a Chile, a Colombia y que ellos vean qué hacen; pero esta señora, con todo respeto, usurpadora, expulsó a nuestro embajador del Perú”, añadió.
Sin expectativas de progresar, las autoridades locales aseguran que avanzan en los preparativos; la intención es sentarse a la mesa una vez que la normalidad vuelva a la Alianza.
Costa Rica como rehén
Horas después de las declaraciones del mandatario mexicano, el Ministro de Comercio Exterior, Manuel Tovar, expuso las preocupaciones y trabas en que queda la candidatura costarricense.
“El Gobierno de Costa Rica sigue trabajando en los preparativos para estar listos y sentarnos a negociar cuando ese lío lo terminen ellos”. apuntó.
“No hay que olvidar que el aval para que las economías de la Alianza del Pacífico para que Costa Rica y Ecuador se sienten a negociar fue confirmado el año pasado; pero tras los acontecimientos en Perú tanto México como Colombia han entrado en un impase político, una crisis diplomática con este país, lo que impide avanzar en las negociaciones”, continuó.
Tovar aseguró que la intervención de López refleja que continúa “la parálisis del bloque”.
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A ello sumó que si bien las negociaciones de incorporación son un tema técnico, los aires políticos no dejan de afectar.
Incluso es directo al afirmar que no se ve factible un arranque dentro del plazo inmediato o corto.
“¿Cuándo van a arrancar? No lo sabemos”, apuntó.
“Somos rehenes de una crisis diplomática entre socios de la Alianza”, cerró.
Alianza como trampolín
La Alianza del Pacífico es un acuerdo entre México, Colombia, Perú y Chile para el intercambio comercial más ágil mediante desgravación arancelaria.
Cálculos aportados por un estudio de la CEPAL en 2021, estimaron que de darse la incorporación de Costa Rica, el PIB nacional aumentaría 0,3%.
La proyección es un aumento en diversas áreas como lácteos, carnes y alimentos. En contraparte, áreas como agricultura tendrían un proceso de adaptación.
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Desde la reinicio de negociaciones, diversas cámaras empresariales mostraron su respaldo; pero el área agrícola y lácteo más bien ha mostrado su oposición.
Según había dicho el Gobierno, la incorporación a la Alianza iba en línea a acercarse a los mercados de Asia-Pacífico. Ahí se intenta potenciar a Costa Rica como exportador.
