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Moon Knight: lo que resulta de la unión de Marvel y Disney

@Popcorn506 para El Observador La asociación entre Marvel y Disney es una fábrica constante de contenidos, tanto para la plataforma…

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Moon Knight: lo que resulta de la unión de Marvel y Disney
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@Popcorn506 para El Observador

La asociación entre Marvel y Disney es una fábrica constante de contenidos, tanto para la plataforma del ratón orejudo como para las grandes salas. Y aunque aquí lo vemos todo, no siempre podemos compartir un gran entusiasmo.

Por suerte, esta vez nos ha tocado una de las buenas: Caballero Luna, o Moon Knight, es una auténtica locura.

Es una de esas series que, bajo una batuta adecuada, como parece que está siendo, y con el rostro idóneo, como también lo es, se puede convertir en una serie de culto como pocas hay.

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Sabemos que, al decir esto, corremos el riesgo de tirar una maldición sobre ella, porque las auténticas series de culto terminan abruptamente, o precozmente, y no queremos que eso le suceda a Moon Knight.

Creemos y defendemos la magia y la valentía de esta serie por varios motivos. El primero de todos es su tremenda originalidad.

Un personaje, varios matices

Aquí, el personaje protagonista tiene varias personalidades, o al menos esa sensación da al principio, hasta que se va descubriendo qué es lo que sucede.

Pero, por decirlo así, tiene una cara de tímido trabajador de museo y otra cara de tremendo personaje de acción.

No estamos ante el clásico matón que quiere pasar desapercibido. No, aquí hay algo que va más allá, que trata sobre posesiones y avatares, y cuanto el protagonista como el público tienen que ir descubriendo y asimilando poco a poco.

A esto, la magia y la belleza le vienen dados por el entorno tan místico del antiguo Egipto y sus deidades.

Acción, fantasía, brujería, historia… son tantos los elementos que se combinan aquí y que funcionan tan bien que parece que ha sido más por azar que por talento.

Incluso tiene elementos de humor, en sus dosis justas y en sus momentos precisos, que lo suben unos puntos más en cuanto a accesibilidad, si es que esto fuera necesario.

Vamos por partes

Si nuestro primer acercamiento a esta serie son estas palabras, tenemos que decir, y lo hacemos con total tranquilidad, que el aspecto visual cumple con todas las expectativas.

Lo que tenemos en pantalla, desde la caracterización, la ambientación, los efectos especiales, la dirección, la fotografía o los propios decorados y escenarios son perfectos.

Y qué decir del reparto. Aquí hay un pequeño abanico de actores con gran cuota en pantalla. Pero los que tenemos el deber de destacar son dos: Ethan Hawke y Oscar Isaac.

El primero, que asume un papel antagonista, no sorprenderá a nadie. Estamos acostumbrados a que su rostro sepa encajar bien en el lado bueno y en el lado malo de las historias.

Y aquí no nos podemos quejar para nada de contar con él frente a nuestro protagonista querido. Es un malo que da la talla, está a la altura de lo que se espera en una historia de este nivel y cada vez que sale en pantalla se agradece.

Pero lo que se sale de la norma es Oscar Isaac. Tampoco nos debería sorprender, ya que es uno de los mejores intérpretes de su generación y lleva muchos años destacando en papeles de casi todo tipo.

En esta ocasión, puede que estemos ante su trabajo más exigente en muchos sentidos, ya que se puede decir que se encarga de varios personajes en uno, y muy distintos en todos los aspectos.

Sin duda, él solo nos parece suficiente motivo como para darle una oportunidad a esta serie.

No sabemos cómo resultaría este personaje en otras manos y otros rostros, pero sabemos que con Oscar Isaac tenemos a uno de los personajes y una de las series más divertidas, emocionantes y originales de los últimos tiempos.

El único punto negativo, que no es para tanto, es que el estreno sea semanal y que la temporada, al menos esta primera, sea tan corta. Porque esta serie es de las que apetece tragarse en modo maratón, uno tras otro, sin respirar.