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Muerte de un hincha en Nantes: la violencia gangrena el fútbol francés

(París). La muerte de un aficionado del FC Nantes el sábado por la noche, como consecuencia de un altercado antes…

Por AFP

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Muerte de un hincha en Nantes: la violencia gangrena el fútbol francés
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(París). La muerte de un aficionado del FC Nantes el sábado por la noche, como consecuencia de un altercado antes del partido contra el Niza, vuelve a poner de relieve el clima de violencia que reina en el fútbol francés desde hace varios meses.

Drama “impensable” según el entrenador del Nantes Jocelyn Gourvennec, la muerte de un miembro del grupo ultra ‘Brigade Loire’ no es ni mucho menos un hecho aislado en el fútbol francés.

Allí los episodios violentos dentro y fuera de los estadios se repiten con frecuencia.

“Espejo de la sociedad”

“El fútbol es un espejo de la sociedad y existe un contexto de violencia en la sociedad”, explicó a la AFP el sociólogo Dominique Bodin, especialista en la violencia en el deporte.

“El caso no es nuevo. En Francia, enfrentamientos, peleas o actos ‘hooligans’ existen desde los años 1980, pero ahora hay un muerto, es algo más”, destaca este especialista.

Poco antes de las 19H00 GMT, varios vehículos de turismo con conductor (VTC) “que transportaban aficionados del Niza fueron atacados por aficionados del FC Nantes” cuando se dirigían al estadio de la Beaujoire y “en circunstancias todavía por determinar, un hombre de 31 años, aficionado del FC Nantes, se desvaneció” y “falleció en el lugar”, explicó el fiscal de Nantes, Renaud Gaudeul.

El aficionado habría sido apuñalado, probablemente por uno de los conductores de VTC atacados, indicó una fuente cercana al caso. El fiscal anunció posteriormente la detención de un chófer en relación al caso.

El FC Nantes expresó su “dolor” y presentó sus condolencias a los familiares del aficionado fallecido, mientras que la ministra de Deportes Amélie Oudéa-Castéra dirigió sus “pensamientos” a los familiares, en un mensaje publicado en X (ex Twitter), añadiendo que la investigación debe “precisar las circunstancias exactas de los hechos”.

Ataques y agresiones

Esta agresión se produce en un contexto de tensión e incidentes recientes relacionados con partidos de la Ligue 1.

El pasado domingo, dos aficionados del Brest resultaron heridos luego de que varios proyectiles fueran lanzados a su autobús, después de la victoria por 3-1 de su equipo en Montpellier.

A finales de octubre, el autobús del Lyon fue apedreado antes del partido contra el Marsella y el exentrenador lionés, Fabio Grosso, fue herido en la cabeza. El partido, aplazado, se jugará el miércoles.

Al menos otro autocar de aficionados lioneses también fue atacado y en las gradas del Vélodrome se registraron incidentes, con cánticos y gestos racistas, por parte de hinchas del Lyon a sus rivales marselleses.

El 8 de octubre, el partido Montpellier-Clermont fue suspendido tras el lanzamiento de un petardo que explotó cerca del arquero visitante Mory Diaw, que tuvo que ser evacuado en camilla.

Entre otros episodios violentos, la temporada pasada se registraron incidentes en las gradas en un Ajaccio-Marsella disputado el 3 de junio y tres aficionados del equipo corso fueron condenados en septiembre a un año de prisión en suspenso por la agresión a Kenzo, un aficionado de ocho años del OM enfermo de cáncer, y su familia.

“Responsable, pero no culpable”

El último fallecido relacionado con el fútbol en Francia se remontaba a 2010, con la muerte de Yann Lorence, aficionado del PSG, en unos incidentes en las afueras del Parque de los Príncipes.

Cuatro años antes, otro hincha parisino, Julien Quemener, resultó herido mortalmente tras un partido de la Copa de Europa en la capital francesa.

La violencia no se reduce solo a la Ligue 1. Durante la Eurocopa-2016, dos hinchas rusos agredieron gravemente a un inglés en Marsella, por lo que fueron condenados a tres y diez años de prisión.

“Si no ha habido más muertos antes, es casi por suerte, teniendo en cuenta la violencia de estos enfrentamientos”, estima Dominique Bodin.

Según el sociólogo, estos últimos años “el problema se ha desplazado de lugar, más lejos de los estados, y de tiempo, antes o después de los partidos”.

Fue el caso, por ejemplo, de los hechos ocurridos con motivo del Marsella-Lyon, que ocurrieron unas dos horas antes del encuentro y cuando el autobús aún estaba lejos del estadio.

Esto hace aún más difícil para las autoridades deportivas encontrar una solución. “El fútbol es responsable, pero no culpable”, asegura Bodin.

“Es responsable porque desata pasiones, porque son sus aficionados los que cometen estos hechos, pero no es culpable de los episodios de orden público”, justificó.

Según este especialista, hay dos acciones que podrían mejorar la situación: “Es necesario que las leyes (sanciones) se apliquen de manera estricta y que el fútbol invierta masivamente, más aún de lo que lo ha hecho, en acciones de prevención”.