Paula Ruiz
A mediados de abril, el Idespo de la Universidad Nacional (UNA) reveló una encuesta que reflejó que un 20,6% de los entrevistados, no sabe quién es la Ministra de la Presidencia.
Además obtuvo la calificación tiene la más baja, 6,32 de entre 5 ministros evaluados por la encuesta.
La figura del Ministerio de la Presidencia es el brazo ejecutor de Ejecutivo. Lleva las relaciones con diferentes sectores y además es el vocero y enlace del Gobierno con el Congreso.
Varios analistas consultas por El Observador, si bien atribuyen capacidades a Natalia Díaz, jerarca del Ministerio de la Presidencia, apuntan a que el dominio que tiene el presidente Rodrigo Chaves la opaca.
A ello se le suma, la figura de Pilar Cisneros que es la jefa de fracción del oficialismo y que también es fuerte y concentra la atención.
“Hay un elemento y es que Carlos Alvarado no resolvía nada y toda la toma de decisiones recaía en la Asamblea Legislativa tenían un papel preponderante, con Rodrigo Chaves es completamente distinto. Él es quien quiere aparecer como el tomador de decisiones y concentrar la mayor cantidad de reflectores en él”, consideró Daniel Calvo, analista político especializado en temas legislativos.
Calvo considera que esta invisibilización de Díaz hace sentir cómodo a Chaves y, en caso contrario de que la ministra tuviera un protagonismo destacado, más bien, podría molestar al presidente de la Asamblea Legislativa.
“Y me parece que Rodrigo Chaves se siente cómodo en que no le compita por los reflectores del manejo político”, puntualizó.
Foto Archivo/El Observador
Entrega personal
El miércoles 19 de abril, Chaves se presentó a la Asamblea Legislativa para presentar proyectos de ley relacionados con el tema de seguridad. Se convirtió en un hecho histórico.
Dos días después, estaba en una delegación en Sagrada Familia atendiendo a los policías quienes contabilizan tres días de protestas por el cambio de roles. Al final, Chaves accedió y congeló la medida.
Sin embargo, este tipo de diligencias son propias de quien está en el cargo de Ministerio de la Presidencia al atender el Congreso y a la sociedad civil.
Para los analistas, esto refleja que el presidente Chaves busca que los focos estén sobre él y no así, sobre ningún miembro de su gabinete.
“Él es el que llama a la ministra en conferencias de prensa para cosas puntuales, cuando le compete involucrarla o vimos que el propio presidente acudió a la Asamblea y presentó los proyectos. Entonces, todo esto no ha permitido un desenvolvimiento de la ministra de acuerdo a esos criterios con los que normalmente se mide el nivel de efectividad y participación de quien ejerce este cargo”, expuso el politólogo Sergio Araya.
Para el experto, invisibilizar a Díaz no es un hecho único ya que por la figura del presidente, se opta por invisibilizar a todo el gabinete.
“Uno lo ve en conferencias, cómo la dinámica es la de un presidente que funciona como un CEO que básicamente plantea la ruta establece directrices y designa públicamente responsabilidades y tareas y evalúa si a criterio suyo no cumple con lo encomendado, lo saca del equipo, este año lo hemos visto en varias ocasiones”, recordó el politólogo.
Ahora bien, volviendo a las diferencias con el gobierno de Carlos Alvarado, en ese periodo, Carlos Ricardo Benavides actuó como una especie de primer ministro, sugirió Calvo.
En cambio, para esta ocasión Rodrigo Arias solo se involucra cuando observa que el camino va sin rumbo, lo cual sumaría al rol de Natalia Díaz.
“Lo vio con crédito de FMI, eurobonos, seguridad cuando ve que no hay brújula aparece, pero no asume un rol que no le corresponde”, señaló.
Seguir en el puesto
Natalia Díaz se formó en el Movimiento Libertario donde fue diputada entre el 2014 y 2018. Luego de eso, se separó y formó su propia agrupación denominada “Unidos Podemos” con el cual apoyó a Chaves para la segunda ronda.
Al asumir el ministerio, debió renunciar a la agrupación política puesto que el Código Electoral prohíbe a jerarcas formar parte de agrupaciones políticas.
Díaz descartó renunciar a su puesto político para concentrarse en su partido debido a que este año inicia la disputa por las elecciones municipales.
“Estoy enfocada en el ministerio de la Presidencia y en el Gobierno. Yo creo que es muy importante ejercer este cargo con la responsabilidad que tiene y hasta el momento lo he hecho así, evaluarme no me corresponde, le corresponde a la gente y a quienes están viendo las gestiones y el apoyo que se le brinda desde el ministerio de la Presidencia”, confirmó.
Díaz también destacó que su rol está en la coordinación en 17 ministerios así como en aquellos que no tienen cartera. Pese a las quejas de algunos diputados, considera que su labor ha sido buena.
“No quisiera darme una opinión, no me compete a mi sino al pueblo de Costa Rica”, puntualizó.
Natalia Díaz descartó dejar el ministerio para asumir el liderazgo en su partido que enfrentará las elecciones municipales.
No la opaca
Pese al criterio de los expertos, Natalia Díaz considera que la figura de Chaves no la opaca en su labor dado que se trata de trincheras distintas.
“Para ese enlace que menciono entre el gabinete y la asamblea legislativa, hay muchas cosas que son visibles, hay otras cosas que no se ven, pero se hacen constantemente y ese es un rol del ministerio de la Presidencia también, esa labor que hemos realizado nosotros, él conmigo, que la comunicación es fluida constante, diaria realmente es muy buena”, puntualizó.
Además, comentó que hay un trabajo en equipo al que se suma Pilar Cisneros cuya mancuerna tripartita “ha funcionado muy bien” dado que les ha permitido organizar el primer año de funciones.
Pero, para Calvo, Cisneros más bien sería un obstáculo debido a que no tiene habilidades para tender puentes con las otras cinco bancadas.
Un aspecto por destacar es que Díaz, al haber sido diputada, tiene amplio conocimiento sobre el manejo de la Asamblea Legislativa. Eso le ha permitido tener incidencia en proyectos como jornadas 4/3 que todavía se discuten en la Asamblea Legislativa así como eurobonos.
Pese al bajo perfil, Díaz debe de asumir con fuerza ese rol de ser el capitán de un equipo de fútbol, al equipararlo con el gabinete, señaló Araya.
“Si fuera partido de fútbol, el ministro vendría a ser el capitán a través del que el director técnico gira instrucciones al resto del equipo Sin embargo, ese director técnico la ha mantenido con un bajo perfil ante la opinión pública, concluyó Araya.
Díaz ha defendido su constante comunicación con las diputaciones y visitas al Congreso con tal de tender los puentes necesarios entre ambos poderes de la República.
Previo a asumir el cargo, Rodrigo Arias, enfatizó que la Ministra de la Presidencia debería tener poder de decisión, si se toma en cuenta que es el puesto de mayor confianza del Presidente de la República y hasta llega a negociar en su nombre.
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