Irene Henderson para El Observador
Estando todo el día en casa, las situaciones de roce con nuestros hijos pueden aumentar. Por ejemplo, podemos tener problemas para que se levanten, se bañen, coman, hagan las tareas de la escuela o recojan sus juguetes, ¿pero cómo manejarlos?
No hay una receta mágica para los padres, porque todos los niños son diferentes. Pero negociar siempre es una buena estrategia. Debemos enseñarle a nuestros hijos que podemos negociar y así fomentar que tomen sus propias decisiones y junto a ello las consecuencias de las mismas. Así mismo, simplificamos la resolución de problemas. Abajo algunas estrategias:
Comprender y escuchar
Debemos entender qué siente cada niño en las diferentes actividades para crear un vínculo de empatía y confianza.
Enseñar el valor de la recompensa
Cuando negociamos, muchas veces es para lograr que nuestros hijos hagan algo que ellos no desean a cambio de algo que sí desean. Lo que se busca con estas negociaciones es encontrar situaciones en las que tanto los padres como los niños pueden “salir ganando”.
- Padres: si terminás la tarea, podés usar el iPad / si terminás la comida, tenés un postre
- Niños: si termino la tarea, me prestás el iPad / si termino la comida, puedo comerme un chocolate.
Las consecuencias
Explicarles que ellos puede obtener beneficios con sus actos o negociaciones, pero también que existen consecuencias negativas si no cumplimos con nuestras tareas.
Ser padres
Estamos en una época de transformación y estamos aprendiendo a lidiar con nuevos desafíos. No seamos tan duros con nosotros mismos, hagamos excepciones, demos premios y chineos. Algunas veces ceder no significa ser malos padres.
Espero que estos consejos faciliten la convivencia en familia.
Irene Henderson Terapeuta ocupacional con especialidad en integración sensorial para niños Email: [email protected]