Paula Ruiz
El Congreso dedicó la sesión de este jueves a discutir el proyecto de ley 22.018 para el préstamo por $505 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sin lograr su votación en trámite de primer debate.
Al igual que el martes anterior, el cierre de la sesión estaba programado para las 12:30 p.m. Sin embargo se presentó una moción para ampliarla hasta que se diera su votación, aunque ese plan no logró los 38 votos necesarios.
Pese a ello, una exorbitante mayoría de las intervenciones de este jueves se enfocaron en dar a conocer su oposición al crédito, particularmente como una respuesta hacia el Poder Ejecutivo.
Shirley Díaz, subjefa de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), consideró que esta votación es un mensaje claro al Gobierno por la ausencia de rendición de cuentas, falta de rumbo claro y reactivación económica.
“Es golpearle la mesa al Gobierno y decirle: basta ya por deficiencias para generar riqueza y distribuir ingresos en el país, está claro que es la oportunidad de oro de decirle al gobierno basta ya, o se ponen las pilas o se jodieron en el parlamento”, señaló.
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El grupo de independientes afines a Nueva República también se sumó a anunciar los votos negativos. Carmen Chan, coordinadora del grupo, manifestó que no buscarán endeudar más al país.
“No estamos de acuerdo en generar más deuda, mientras el Gobierno no demuestre un verdadero y responsable recorte de gasto”, dijo.
“Pedir prestado y poner impuestos son la única solución rápida que se le ocurre a este Gobierno PAC, en vez de resolver el tema de la evasión fiscal, las pensiones de lujo y los gastos de gobierno superfluos”, agregó Chan.
En contraparte, Silvia Hernández, diputada liberacionista y presidenta de la Comisión de Hacendarios – donde se analizó el empréstito – explicó que este crédito no es para adquirir deuda interna o mayores recursos que metan presión a tasas de interés y consumidores.
“Es para que el Presupuesto de la República que esta Asamblea aprobó cambie la deuda interna por estos recursos (…) apelo a la buena voluntad y entendimiento de diputados de la importancia de quitarle presión a esa deuda”, detalló.
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Con anterioridad, la oficialista Laura Guido manifestó que con esta iniciativa se busca pasar de intereses por el orden de 5% a 1.55%.
“Si aprobamos el proyecto, el estado se ahorra ¢100.000 millones de aquí al 2024, según estimaciones de Hacienda»”, agregó Guido.
38 votos para trámite final
Para la aprobación definitiva del empréstito, se requieren de mínimo 38 votos afirmativos, según el criterio del Departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa.
Pablo Heriberto Abarca, congresista del PUSC, aseguró que su voto en primer y segundo debate podría ser negativo.
Abarca expresó sentirse “cansado” de darle confianza al Ejecutivo y que desde allí “les vean la cara de estúpidos”.
El grupo de independientes que aporta seis votos tampoco cambiaría de criterio, al igual que Erick Rodríguez, también independiente.
El martes pasado, solo Nueva República se opuso. Hoy se sumaron a la negativa Shirley Díaz y Pablo Heriberto Abarca, mientras Erwen Masís expresó dudas.
El Poder Ejecutivo ha insistido en que necesita la aprobación del crédito para empezar a negociar un acuerdo adicional con el FMI, conocido como un Stand-By Arrangement (SBA).
El Gobierno tiene planificado iniciar las negociaciones con el Fondo a partir de setiembre, para lograr un acuerdo por $1.750 millones, sin embargo, requiere de la aprobación de este préstamo inicialmente.
Pese a ello, los congresistas reclamaron que aún desconocen la ruta de esa negociación.
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