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Ozark: de las mejores series en Netflix dice adiós

@Popcorn506 para El Observador Ozark es una de las mejores series de los últimos años. Nunca habíamos escrito sobre ella…

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Ozark: de las mejores series en Netflix dice adiós
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@Popcorn506 para El Observador

Ozark es una de las mejores series de los últimos años. Nunca habíamos escrito sobre ella por aquí y, ahora que llega a su final, nos decidimos a hacerlo.

Estrenada allá por 2017, en una época en la que de Netflix salían productos del estilo con mucha facilidad y con el riesgo que eso suponía para que pasara desapercibida, poco a poco consiguió hacerse un hueco entre el público.

La historia de un talentoso asesor que se ve salpicado en una de las tramas más violentas que podamos imaginar.

Y su posterior huida desde la vibrante Chicago hacia uno de los parajes más hermosos, y recónditos, del estado de Missouri, el lago de los Ozarks.

Hablemos de Marty Byrde

El protagonista de la serie es Marty Byrde, encarnado por Jason Bateman. El rostro principal y también atractivo principal, al menos a priori, que vuelve a demostrar su incalculable valor como intérprete, aquí en un papel dramático y lleno de tensión.

Estamos seguros de que a algunos no les encajaba mentalmente ver a Bateman en un papel de este tono tras sus últimas apariciones en películas con tintes más o menos cómicos.

Pero, sobre todo, después de los años que se pasó interpretando a Michael Bluth en Arrested Development.

[INCISO: Los que no hayan visto las temporadas originales de Arrested Development están de enhorabuena, porque disfrutar de nuevo de esa serie es como un premio de lotería].

Y el reparto

Lo potente del reparto, no se queda aquí. De la mano de Bateman nos encontramos a Laura Linney, de la cual tampoco vamos a desvelar nada que no se sepa.

Es decir, que estamos ante una actriz de primerísimo nivel que, además de ser una de las mejores de su generación, ha conseguido mantenerse con la elegancia y atractivos que tanto la caracterizaron en sus inicios.

Y, para equilibrar la balanza de algún modo, la inmensa sorpresa que supuso Julie Garner.

Esta joven actriz, que hace cinco años no era muy conocida por el gran público y para la que Ozark supuso su espaldarazo definitivo, consigue sorprender y deslumbrar a todos.

La primera temporada de la serie se centra, como es lógico, en presentarnos el conflicto general y situarnos ante cada uno de los personajes, su estilo y sus propios conflictos personales.

Esto se va desarrollando a lo largo de esos primeros capítulos y el modo en el que se nos raciona la tensión y el avance de las tramas.

Y con los nuevos problemas que van surgiendo tras los que se van solventando, es mesurado y consistente, por lo que en ningún momento sentimos aburrimiento ni cansancio.

Tal vez los increíbles paisajes de los Ozark, área donde está ambientada la serie, ayuda a este equilibrio.

En esos instantes en los que uno está apretando el sillón con todas sus fuerzas, también puede sentir el frescor de las verdes montañas repasando sus hombros.

La consolidación y el adiós

Esas sensaciones se mantienen en la segunda temporada, que supuso la consolidación de este fenómeno, el cual solo se pudo detener en su ritmo habitual por la pandemia.

Pero con todos los retos que supone sostener una serie de este estilo más allá de sus compases iniciales.

Aquí se supo llevar a los personajes y sus situaciones hasta los extremos lógicos dentro del universo que se había ido construyendo.

Y, como tal, nos fuimos tragando los avances y las locuras que surgían porque, como sucede en las mejores historias, resultaban creíbles y sorprendentes a partes iguales.

La tercera temporada, esa que muchos llaman la maldición de Netflix, también se superó con nota.

Con tanta nota que la serie se renovó y, consecuentemente, se anunció a bombo y platillo tal hecho.

Pero, sabiamente, también se proclamó que sería la temporada final, esa en la que se resuelven todos los flecos que quedan pendientes y que, obviamente, no vamos a desvelar aquí, porque tendremos lectores que quieran disfrutar de la serie desde sus capítulos iniciales.

Hacen bien, tienen material para varios días o semanas, según cuál sea su disponibilidad.

Solo queremos apuntar que nos alegramos de que esta serie termine como tiene que terminar. No nos imaginamos un cierre distinto, ni mejor ni peor, y tampoco sentimos justificación alguna por alargar la serie una temporada más.

Ahora, a buscar nuevas propuestas a las que engancharnos. Ozark se lleva un pedacito de nuestros corazones seriéfilos, pero nos lo ha arrancado con tanto talento que hasta nos ha gustado.