Hermes Solano
Alajuelense confirmó su hegemonía en el fútbol femenino costarricense. En un gran partido y una increíble remontada, las leonas lograron el título y se coronaron pentacampeonas nacionales.
En el adiós de Shirley Cruz del fútbol profesional -le queda todavía el Mundial Mayor en Nueva Zelanda-Australia- la capitana alzó un nuevo trofeo para retirarse con los máximos honores, como se lo ganó y se lo merece.
La capitana dijo adiós jugando los 120 minutos para después levantar la copa.
Tras el partido de ida, donde perdieron 1 a 4, el trofeo parecía lejano, pero poco a poco en el duelo de este sábado en el Morera Soto comenzaron a soñar, hasta lograr el empate en el global y alcanzar la ventaja en los tiempos extra.
El gol de Natalia Mills a los 2 minutos del segundo tiempo extra significó ser campeón nacional nuevamente.
La Liga de Wilmer López domina el fútbol tico desde el 2021 y esta noche, los 4.500 aficionados en el Morera Soto lo celebraron a más no poder.
Remontada y empate
Alajuelense tenía clara su urgencia tras la derrota en el duelo de ida a mitad de semana y por eso se fue con todo al frente desde el arranque en busca de la remontada.
Apenas a los cinco minutos cayó el primer gol, obra de Kenia Rangel y en colaboración con la arquera Daniela Solera, quien cometió un error grave al pifiar un despeje en el área.
La panameña quedó con el arco vacío para mandar la pelota al fondo y acercarse al global.
La misma Rangel hizo soñar a todo el equipo y el estadio con el 2 a 0, recibiendo un balón cerca del punto de penal y rematar abajo pegada al palo.
Sporting no supo responder a lo hecho por el conjunto rojinegro, que siguió dominando, y se fue al descanso ganando 2 a 0 y quedando a un gol del marcador global.
Otra vez en el arranque, ahora del complemento, las leonas golpearon y empataron la serie. Alexandra Pinell se encontró con un servicio en el área y su remate se desvió en el camino y terminó cruzando la línea de gol.
Con el 3 a 0 la final comenzó de cero; el global estaba 4 a 4. Un gol marcaba diferencia para cualquiera de los dos equipos, pero tras los 90 minutos no hubo más anotaciones. Tiempo extra.
Eso sí, el árbitro Jefferson Jiménez se “comió” un penal claro sobre la manuda Natalia Mills, tras una falta de la portera Solera. Arbitraje deficiente en la gran final.
El gol del título
Con la reserva de combustible en cada una de las jugadoras, las locales, fueron más y no claudicaron en la búsqueda de ese gol que les diera el título y así evitar los penales, que son siempre una ruleta.
Y así fue. Iban dos minutos del segundo tiempo extra cuando Natalia Mills entró al área y quedó cara a cara con Solera para definir abajo y poner el 4 a 0, suficiente para el pentacampeonato.
Locura en el Morera Soto y un título más para un equipo que creó una dinastía en el fútbol femenino costarricense.
