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“Pollo frito, tacos, crepas y vigorón”: el menú de la boda de Leonora Jiménez

“Decidimos escribir nuestros propios votos. El novio se vistió de diseño nacional y la novia decidió alquilar su vestido”, expresó Leonora Jiménez.

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 5 minutos
“Pollo frito, tacos, crepas y vigorón”: el menú de la boda de Leonora Jiménez
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Leonora Jiménez sigue compartiendo detalles de su boda con Mariano Herrera, que tuvo lugar el fin de semana pasado en una finca ubicada al oeste de San José.

En esta ocasión, la empresaria y modelo contó en qué constó la comida que se le sirvió a los invitados. Pero, además, reveló que no lució tacones altos y que tampoco hubo queque de bodas.

“Decidí maquillarme yo misma. Y el equipo Allure me peinó y me ayudó a retocarme. La comida fue: pollo frito, tacos, vigorón y crepas. Cero mesas servidas; era estilo feria y fue muy divertido y delicioso.

“Decidimos escribir nuestros propios votos. El novio se vistió de diseño nacional y la novia decidió alquilar su vestido”, expresó la esbelta exreina de belleza.

Agregó: “Cantaron en vivo nuestra canción, la que Mariano organizó para que tocaran en el restaurante cuando nos hicimos novios. Se llama “La mitad de lo que soy”, y la cantó nuestro amigo Agustín Morales. No tuvimos queque de bodas y me casé en sandalias, cero tacones”.

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La boda de ensueño

La boda se realizó al lado de un cañón. Solo estuvieron invitadas 70 personas, entre familiares y los amigos más cercanos.

La luna de miel será en marzo en Tailandia, Vietnam y Camboya. Y los invitados les regalaron experiencias para la luna de miel: un paseo en bicicleta, un tour de elefantes y un picnic en una isla.

La ceremonia se realizó como ella y Mariano lo tuvieron en mente: sobria y rodeados del amor de la gente más cercana, aunque con un invitado inesperado: la lluvia.

Y después de la lluvia

Pero aún así esto no empañó la emoción que ambos sentían y vivieron esa tarde.

“Llovió… y era lo que más temía. Llovió justo cuando terminó la ceremonia y estábamos apenas saludando a la gente y empezando las fotos.

“No estábamos preparados para la lluvia por que toda la ceremonia y la recepción eran completamente al aire libre, no teníamos un plan B.

“Pero así como en la vida y como en los inicios de nuestra relación… las cosas inesperadas pasan y a veces esas cosas pueden ser las mas temidas.

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“Pero, en todo, absolutamente en todo, podemos decidir bailar bajo la lluvia, con el pelo mojado, ensuciándonos el vestido y con el maquillaje corrido, no importa.

“Y saben qué: después de esa lluvia… vino el atardecer más hermoso”

Leonora Jiménez y Mariano Herrera se conocieron poco antes de la pandemia (Cortesía)

 

A la boda estuvieron invitadas unas 70 personas entre amigos y familiares (Cortesía).

El vestido que Leonora usó lo alquiló, mientras que el traje de Mariano lo diseñó una sastrería (Cortesía).

Este es el segundo matrimonio de Leonora y el primero de Mariano (Cortesía).

Leonora y Mariano no tienen planes de tener hijos por el momento (Cortesía).

Mucha agua corrió en su vida

Pero para llegar hasta aquí mucha agua corrió debajo del puente de la vida: un primer matrimonio fallido que, lejos de que ella se sintiera amada y cuidada, más bien la llenó de miedos y desconfianzas, confesó esta exmodelo y empresaria en entrevista con El Observador.

Un matrimonio que, a su término -hace bastantes años atrás-, la obligó a sacar cuentas de lo debía restaurar. “Para poder volver a llegar ahí (a mi vida con Mariano), primero tuve que vivir un luto por ese primer matrimonio que me hizo daño”, expresó.

Leonora asegura que tras su divorcio ella levantó una especie de coraza porque en el fondo no quería que nadie le hiciera daño, sin dimensionar que ella lo estaba causando.

“Le hice daño a muchas personas”

“Me di cuenta que le hice daño a muchas personas a mi alrededor: amigos, familia, otras parejas. Yo estaba tan enfocada en lo laboral y tan desconectada de las emociones y de mí misma que definitivamente no sabía lo que era dedicar tiempo a las personas. Tampoco lo que era priorizar relaciones por más valiosas que fueran y cuidar a la gente como la gente merecía que las cuidaran.

“Y yo siento que la pandemia me enseñó que los proyectos, los éxitos, el trabajo, todo se puede ir en un momento. Pero las relaciones que construís, el amor que hay en tu vida, eso nadie te lo puede quitar.

“Y la pandemia para mí inició un proceso de reconstrucción interna, que fue lo que me llevó a escribir ese texto para Mariano, que decía que casarme es una de mis grandes victorias”, relató.

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Una de las responsables del Gran Giro Andrey Amador reconoce que para llegar hasta el punto en el que está hoy tuvo que perdonarse a si misma y a su pasado.

Pero, ante todo, volvió a amarse a partir de establecer una relación sana consigo misma “para poder tener una relación sana con Mariano”.

“Y todo eso lo aprendí en dos muy duros años de pandemia, pero que no los cambiaría por nada”. agregó.

Leonora Mariano

Leonora y Mariano comparten la afición por el ciclismo. Ambos han recorrido calle no solo en Costa Rica sino en Europa (Cortesía).

El amor, fuerza sanadora

Mariano llegó en la vida de Leonora poco antes de la pandemia, en el 2020. Al inicio eran solo amigos, pero él la conquistó con su sencillez, su esfuerzo para salir adelante y su amor genuino, contó ella.

“Él llegó a mi vida para ser espejo de las cosas que yo necesitaba trabajar. Él viene de un mundo aterrizado, alejado de la imagen y la superficialidad y conectado con lo genuino y auténtico. Es el mayor regalo que trajo a mi vida”, prosiguió.

De hecho, ella lo describe como “auténtico, excelente ser humano y luchador”.

Leonora incluso mencionó que, a pesar de todas estas cualidades de él y el nuevo proceso que ella estaba viviendo, los dos tuvieron que despojarse de dos etiquetas.

“Soy mayor que él: tengo 40 años y él 36. Y soy más alta que él”, mencionó entre risas.

El calendario ya casi marca la esperada fecha y Leonora Jiménez cerró con esta reflexión: “Uno puede creer en el matrimonio después de haber tenido uno fracasado. Creer en el amor y tener la humildad de transformar lo que haya que transformar en algo hermoso, como lo que estoy viviendo con Mariano”.