Hermes Solano
Cinco mundiales, una final perdida y muchas lágrimas le costó a Lionel Messi levantar el único título que le faltaba a su carrera.
El 10 argentino recibió su medalla y luego, junto al Emir de Catar y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, le colocaron una capa tradicional catarí.
Infantino le entregó el trofeo y comenzó la fiesta argentina en la grama del Lusail Stadium. El jugador se acercó a sus compañeros y levantó la copa.
Argentina es campeón del mundo después de 32 años. Hoy bordó su tercera estrella en la historia, luego de los certámenes de 1978 y 1986.
Messi se une hoy a Mario Kempes y a Diego Armando Maradona como los argentinos que lideraron los títulos de su selección en mundiales.
Hoy Messi dejó atrás las críticas que decían que no lograba el título del mundo. Con él como guía, Argentina alcanzó la gloria.
En la mejor final de la historia, después de un 3 a 3 en 120 minutos, los penales dictaron sentencian a favor de la albiceleste, que le devuelve la corona a América, luego del dominio europeo en los últimos cinco mundiales.
Messi es campeón del mundo, por fin levantó el trofeo que tanto anhelo y soñó.
“¡La concha de tu madre, somos campeones del mundo!”, dijo un Messi dichoso desde un micrófono del recinto deportivo minutos antes de acudir a la premiación.
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(AFP)
