Tomás Gómez
La confirmación de Natalia Díaz como próxima Ministra de la Presidencia marca dos hitos iniciales.
El primero es que se trata de la persona más joven designada en el cargo y la segunda que por primera vez una mujer le traspasará a otra el cargo.
La cartera de Presidencia es una de las cuales ha tenido menos presencia femenina en la historia y de hecho Díaz será apenas la cuarta jerarca de la lista.
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Entre el 2002 y 2003 estuvo Rina Contreras como cabeza de la oficina y entre 2004 y 2006 el nombramiento recayó en Lineth Saborío.
A fines del 2020, por su parte, se designó a Giannina Dinarte, quien ahora hará la transición al nuevo Gobierno.
Este martes por la mañana, Díaz hizo una publicación en sus redes sociales donde detalló la responsabilidad que asume.
El ministerio de la “cuerda floja”
En el Ministerio de la Presidencia recaen las responsabilidades más importantes de la gestión política de cada Gobierno.
A su titular le corresponden las negociaciones y acuerdos con los diversos sectores sociales y sobre todo con la Asamblea Legislativa.
Por su rol, al jerarca de turno se convierte en una de las caras más visibles de cada administración, sobre todo el momentos de crisis.
Se trata además de un cargo con alta rotación donde en los últimos 40 años todos los Gobiernos han tenido que hacer cambios -salvo en las dos administraciones de Óscar Arias donde el cargo lo sostuvo su hermano Rodrido, ahora diputado-. En el período actual, por ejemplo, Carlos Alvarado llegó a sumar 4 ministros en el despacho.
