Juan Pablo Arias
El presidente Rodrigo Chaves descartó de manera tajante una eventual licitación o concesión del tren eléctrico metropolitano que impulsó la exprimera dama Claudia Dobles, durante la Administración Alvarado Quesada.
El mandatario aseveró que desde el Gobierno ya se informó la decisión al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Esto para que tome las acciones necesarias, para que el proyecto no continúe. Dicho organismo iba a proveer el financiamiento.
“No vamos a licitar el tren, no lo vamos a concesionar. Así de fácil”, resaltó Chaves.
En su alocución, el mandatario dijo que las nuevas autoridades encontraron un desembolso por $1,4 millones en estudios que “no tienen la información mínima o básica para decidir si este tren tenía sentido económico”.
Asimismo, afirmó que el proyecto que dejó el gobierno pasado iba a provocar más problemas de tránsito que los existentes.
“En el mejor de los casos no hubiera sido un tren rápido de pasajeros; hubiera sido un tranvía eléctrico lento de San José. Con un montón de problemas adicionales: cerrando calles con agujas, creando mal tránsito… mal pensado, mal evaluado”, dijo.
Chaves también fue crítico con el costo de operación estimado. Aseguró que el proyecto heredado no tiene solvencia técnica o financiera.
“Yo no tengo el estómago para hipotecar el futuro de los jóvenes de este país con un proyecto que vale $1.500 millones y que cuesta $150 millones de subsidios al operador”, agregó.
A los cuestionamientos, el mandatario sumó una queja a que uno de los ramales del tren se extendiera hasta el Parque Viva, un complejo para actividades de entretenimiento del Grupo Nación, en La Guácima de Alajuela.
Propuesta alternativa
Mario Arce, presidente del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) presentó al gobierno una alternativa denominada “Línea 1 Tren Rápido de Pasajeros”, que concibe un tren elevado y que tiene un estudio de prefactibilidad de 2016.
La propuesta consiste en un tramo que inician en el cantón central de San José y se extiende hasta Paraíso de Cartago.
La idea es facilitar el acceso a comunidades con menos oportunidades hacia el este de la capital.
