Tomás Gómez
Más de un año después de las elecciones que llevaron al poder a Progreso Social Democrático, algunas de las personas que recibieron bonos del partido siguen esperando el pago de los mismos.
Ese es el caso de Fenliang Zheng Zhey, dueño de restaurantes que dio el servicio de alimentación para la campaña.
La comparecencia es parte de la investigación que realizan los diputados, sobre el financiamiento de la agrupación que llevó a Rodrigo Chaves al poder, en la campaña electoral anterior.
Ante la Comisión Legislativa de Partidos Políticos, el hombre compareció este lunes en la mañana y explicó las inversiones millonarias que hizo.
Primero se adquirieron ¢30 millones en bonos de la Serie A; a lo que se sumaron ¢120 millones de la Serie B.
Esa segunda suma millonaria se transó por concepto de alimentación pero según el hombre, en vez de dinero le pagaron con bonos.
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Estos habrían abarcado 5.000 servicios de comida en la Primera Ronda y 20.000 en la Segunda.
“El señor que me contrató se llama Emmanuel y me dijo al principio que cómo no tiene efectivo me va a pagar en forma de bonos”, señaló el compareciente mediante su traductor.
Bajo juramento, aseguró que los bonos tendrían una ganancia del 30%, pero que a la fecha no se han podido ejecutar las promesas de pago.
“Quisiera que me paguen”, cerró.
¿Cómo fue el acercamiento al partido por las 25.000 comidas?
En su narración, Zheng Zhey contó que un cliente de su restaurante llamado “José” fue quien le habló de la posibilidad de negocio.
Ante los diputados no identificó en detalle a esa persona que le hizo el conecte con Progreso Social Democrático.
Contó que un día mientras veían televisión apareció información electoral y fue cuando le explicaron la posibilidad de invertir.
Tras el acercamiento, se dio la negociación según él en una oficina del partido.
Luego de cuestionamientos del diputado del Frente Amplio, Ariel Robles, Zheng insistió en que no le han pagado.
“Hasta el momento no he recibido ni un cinco”, reiteró.
Robles cuestionó también por la logística para proveer las miles de comidas.
Para ello, el hombre aseguró que habló con otros amigos en otras provincias para que hicieran el trabajo.
A los cuestionamientos se sumó la liberacionista Dinorah Barquero. Ella intentó profundizar en detalles cómo las fechas u horas de las reuniones, sin obtener muchos detalles.
Otro aspecto de la comparecencia fue que Zheng reiteraba que se había asesorado con abogados para hacer el negocio. No obstante, cuando Barquero le preguntó por los nombres de los juristas, no tuvo el dato a mano y pidieron remitir esa información a los diputados posteriormente.
También quedó pendiente de entregar el comprobante de que se pagaron ante Hacienda los impuestos de los servicios brindados al oficialismo.
Caso enviado al TSE
Al cierre de la comparecencia, el diputado liberacionista Francisco Nicolás se mostró molesto y advirtió que mandaría el caso al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
El legislador reprochó directamente al restaurantero el haberse sumado al esquema de campaña del oficialismo.
Adujo que podría darse una situación de simulación.
“La democracia costarricense no se usa para hacer negocio”, le espetó.
Finalmente le recalcó que si hizo una negociación de buena fe, podría mostrarlo en tribunales.
Como manifestación final, el compareciente insistió en que vio su participación como un negocio, sustentado en la credibilidad del proceso electoral en país. De paso reiteró que no buscó la compra de b0nos sino que le pagaron con ellos.
